El director de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), Juan Raúl Ferreira, denunció “presiones políticas” tras los pronunciamientos de esta oficina referidos al traslado de la jueza penal Mariana Mota a la órbita civil y al fallo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que determinó la inconstitucionalidad de los artículos segundo y tercero de la ley 18.831, que buscaba declarar de lesa humanidad los delitos que estaban comprendidos en la Ley de Caducidad y por tanto imprescriptibles. “A lo largo del día de hoy [por ayer] he recibido muchas presiones políticas por estas dos supuestas declaraciones de la INDDHH”, expresó Ferreira, que dijo que estas presiones fueron tanto telefónicas como por la red social Twitter.

El ex diputado del Partido Nacional dijo que el responsable de “estas presiones y en algunos casos amenazas” es el diputado nacionalista José Carlos Cardoso, quien “no leyó ninguna de las dos declaraciones, porque nada de lo que dice que estas declaraciones sostienen figura en ellas”. Ferreira dijo remitirse a lo expresado por la INDDHH, que “no tiene nada que ver con lo que expresó el diputado” Cardoso, y agregó: “No voy a integrar su show mediático que lo puede estar precisando, pero yo no y el país tampoco”. Ayer la diaria publicó cuestionamientos a los pronunciamientos de la INDDHH por parte de legisladores blancos y colorados, entre ellos Cardoso. El diputado sostuvo entre sus críticas que esta oficina “se apresuró” y que no tenía competencias para pronunciarse sobre el caso de Mota.

Consultado anoche por este medio, el diputado negó las acusaciones de Ferreira y dijo que hasta ayer jamás le había mandado un mensaje ni lo había llamado. Su versión fue muy distinta: contó que, tras leer la nota con sus críticas a la INDDHH, Ferreira le mandó un mensaje de texto insultándolo sin siquiera presentarse [no tenía su número] y luego de ser consultado sobre quién era continuó con los insultos, al punto de que “le gritó a mi secretaria”.