Ruibal Pino opinó que el proyecto de gobierno es una “buena idea”. Sin embargo, la máxima autoridad judicial del país dijo, en declaraciones a Radio Universal, que “en realidad no se ha explicado a la población qué es lo que se quiere hacer” con el proyecto de ley. “La intención no es mala y tampoco la inventó Uruguay”, manifestó.

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En línea con lo planteado por Ruibal Pino, la Junta Nacional de Drogas se dispone a promover otras formas de consumo de la marihuana. Según dijo al portal de Subrayado el secretario general de esa oficina, Julio Calzada, el gobierno trabaja “en el diseño de campañas para que sean los usuarios los que deciden si consumen [la marihuana] por vía oral, vulcanizada o inhalada”. El jerarca dijo que nunca se pensó que el Estado pudiera vender cigarrillos “porque no iba a borrar con el codo lo que se hizo con la mano”. Agregó que el consumo de cannabis vaporizado mediante la nebulización “se usa mucho en Europa y no tiene los efectos secundarios que tienen las sustancias quemadas para los pulmones”.

La iniciativa, según su punto de vista, apuesta a “combatir el narcotráfico y la agresividad de drogas como la pasta base, que están al alcance de cualquier ciudadano”. El jurista advirtió que es necesario “tener cuidado en cómo se le explica a la gente que queremos que el que consuma pasta base pase a hacerlo con marihuana”, y por eso hay que “explicarle los fundamentos” a la población.

Ruibal Pino recordó que algo similar aplicó Portugal -allí el crack se sustituyó por metadona- y que en Barcelona se decidió entregarles a los adictos registrados “la marihuana necesaria para su consumo personal”. “Les dan buena calidad y lo sacan del mercado negro”, expresó.

“Lo esencial es que el adicto se registre, se controle por un médico y el Estado le regale la marihuana”, sostuvo Ruibal Pino, que dijo que se “debería dar gratis [la sustancia] al adicto que se registra y se controla, porque así no tiene que robar ni conseguir dinero, ni ir al mercado negro”.

No obstante, dijo que tiene algunas “puntualizaciones” sobre el proyecto, entre las que incluyó que “no se fume la marihuana”, ya que “sería repetir lo del cigarrillo común”. “Hay otras formas de consumir la marihuana que no sea encendiéndola, desde recetas con marihuana hasta inciensos”, detalló.

Se complejiza

Nicolás Núñez, diputado suplente del Partido Socialista y uno de los promotores del proyecto, dijo que entregarles marihuana a los adictos para suplir la adicción a otras sustancias, como la pasta base, “podría funcionar en algunos pacientes”, aunque planteó dudas sobre la efectividad de esa medida. En ese sentido, dejó en claro que el gobierno “tomó otro camino, el de proporcionar una forma legal para acceder a una sustancia que de lo contrario debería conseguirse en el narcotráfico”.

No obstante, para Núñez “es interesante” que Ruibal Pino esté de acuerdo con el proyecto y destacó que introduzca el tema de los usos alternativos del cannabis porque “complejiza la discusión”. El militante socialista recordó que “cuando Tabaré Vázquez habló del tema hablaba de los daños, pero éstos eran todos asociados a una forma de consumo específica”, en referencia a quienes fuman la hierba. El ex presidente había dicho el año pasado en una charla que dio en un liceo de Colonia que “la marihuana tiene sustancias cancerígenas en sus hojas”. “Produce tanto o más daño que el tabaco. Lo mejor es que no fumen nada”, había dicho Vázquez.

Lejos de eso, la diputada Verónica Alonso (Partido Nacional) opinó que “le seguimos errando al tema”. “El gobierno pretende conducirnos a un nuevo problema, que es producir y comercializar marihuana, sin decirnos cuál es la salida de los problemas existentes, como cuál es el camino con los adictos”, manifestó. Además, dijo que el consumo de marihuana “se banaliza, como si fuera algo normal”.