“Parece que si no tenés el termo y el mate no podés estar aquí”, se quejó una integrante del grupo clown Libélula. “Yo me acostaría con usted, porque a mí me gusta el sexo”, le confesó otra al senador Alberto Couriel. En ese marco transcurrió la previa al acto por el 42° aniversario del Frente Amplio que se realizó ayer en la plaza Liber Seregni de Costa Azul. Hubo zancos, acrobacias en tela y toda estructura con la suficiente altura se hizo depositaria de guirnaldas y telas azules, rojas y blancas. Las integrantes de Libélula ensayaron con los asistentes las canciones históricas del FA, mezcladas con otras. “Del barco de Chanquete no nos moverán”, se escuchó también. El diputado Víctor Semproni asistió y se sentó en un muro con cara poco festiva.

Pero no podía faltar una parte oratoria, inaugurada por el presidente de la departamental de Canelones, Mariano Bianchino. Precisamente, mientras Bianchino homenajeaba a los militantes de base del FA y nombraba a cada asistente a su comité -“porque naides es más que naides”-, llegó al acto el ex presidente Tabaré Vázquez rodeado de una nube de cámaras y desvió por largo rato la atención. Al igual que en la agrupación de gobierno, los oradores homenajearon al senador y ex canciller socialista Reinaldo Gargano, que falleció ayer (el velatorio se realiza hasta las 8.00 de hoy en la sede del PS, y luego, de 9.00 a 11.00, en el Palacio Legislativo; el entierro es a las 13.00 en el cementerio Parque del Recuerdo).

Xavier enumeró logros de los gobiernos del FA y criticó la oposición. Afirmó que Mujica buscó acuerdos eduacativos con ésta que luego no prosperaron y se estuvo “a un paso de que se impidiera la Universidad Tecnológica”. Bromeó con que habrá que conseguirle un despacho al canciller Luis Almagro en el Parlamento porque la oposición “no lo deja vivir”. Aseguró que en abril se votará la ley de matrimonio igualitario. “¿Se imaginan una agenda de derechos de esta naturaleza por un partido que no sea el FA? Difícil”, manifestó.

No estaba previsto que hablara, pero fue inevitable. Para terminar la oratoria, Vázquez subió al estrado al grito de “se siente, se siente, el Taba presidente”. Reiteró su “orgullo” de ser frenteamplista, convocó a “revivir la esperanza”, a tener “fe” en el proyecto político y en quienes ocupan cargos de gobierno. Llamó a “buscar los ámbitos orgánicos para canalizar diferencias” y evitar el “show mediático”. “Quien quiera un show que vea a Tinelli”, recomendó. Consultado más tarde por la diaria respecto de si con esa reflexión hacía referencia a los debates públicos en materia tributaria, contestó: “Que la interprete el que quiera”.