Este domingo, en la sección Trabajo del Gallito Luis de El País, aparecieron más de 30 avisos clasificados con similares características y los mismos números de telefonía fija, aunque intercalados en distintos rubros. “Ayudante, cocina, pizzero, cortador, parrillero, mozo, barra” o “Educadora preescolar, baby sitter, asistente, recreadora”, pudo leerse en las secciones de trabajo femenino y masculino. Pero se publicaron más avisos, solicitando cajeros, electricistas, reponedores, acompañantes, docentes o personal en general e intercalados entre los demás pedidos. Hace más de un año (16/02/12), la diaria informaba sobre este tema, pero la situación no ha cambiado. Los teléfonos 22030460, 22000559 y 22090655 son atendidos por telemarketers de la empresa Workline, que repiten un discurso preparado: “Somos una agencia dedicada al suministro y colocación de personal en todo tipo de rubro y profesión. Seleccionamos personal de ambos sexos de diferentes edades para empresas y comercios. Para registrarse en nuestra base de datos le solicitamos que llene una ficha con sus datos personales y referencias, algo similar o parecido a lo que viene a ser un currículum. Al momento en que la agencia te coloca en un empleo no realizamos descuento de sueldo ni cobramos comisión alguna. El registro de los datos se hace únicamente por la vía telefónica 09001086”. “No se hace descuento de sueldo ni se cobra comisión”, aclaran, pero la llamada al servicio 0900 tiene un costo de 33,8 pesos más IVA el minuto y completar un formulario demora entre ocho y diez minutos de comunicación.

Competencia desleal

En 2003 el Parlamento uruguayo ratificó el Convenio Nº 181 y la Recomendación Nº 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Agencias de Empleo Privadas. La normativa establece que las empresas deben estar inscriptas en la Unidad de Administración y Registros del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), tener licencia habilitante y presentar en forma trimestral un informe sobre la demanda de empleo y la colocación de trabajadores. El MTSS debe elaborar un informe anual sobre el desempeño de las agencias, pero en el sitio web del organismo, el último que aparece es de 2004. Desde la entrada en vigencia de esta normativa las empresas de colocación de personal no pueden cobrarles a los postulantes como antes y los servicios son pagos únicamente por las empresas que solicitan el servicio. Inés Arrospide, secretaria de la Cámara Uruguaya de Empresas Suministradoras de Personal
(CUDESP), dijo a la diaria que este tipo de “competencia desleal” es “una vergüenza” y que la gremial que agrupa a empresas como Adecco, Manpower, Work Office y Staff ha “denunciado estas prácticas en distintos ámbitos”, empezando por el MTSS. “La cámara viene preocupándose por estas situaciones, pero no hemos encontrado el eco suficiente para que este tipo de cosas no pasen más. Los perjudicados son los que buscan trabajo, porque el negocio de estas empresas es la facturación del 0900 y se trata de ofertas laborales inexistentes”, agregó Arrospide. Por su parte, César Bonaudi, directivo de la empresa Staff y ex secretario de CUDESP, explicó que “se trabaja cobrando a las empresas que solicitan personal” y por eso una empresa similar a la que publica en el Gallito Luis, fue denunciada por la gremial ante el Banco de Previsión Social. “Llamabas por teléfono, te tenían un montón de rato preguntándote datos y cosas con tal de retenerte y después, cuando te llegaba la factura a fin de mes era terrible”, contó. Bonaudi dijo que hasta hace poco seguían llegando a Staff “jóvenes preguntando cuánto se cobra por llenar un formulario. Eso se debe a este tipo de empresas informales”. CUDESP solicitó al MTSS la conformación de “un grupo inspectivo” que actuara “rápidamente”, pero “nos dijeron que no tenían personal disponible para esas tareas”, expresó el directivo.

Delito complejo

Un año atrás los avisos tenían otros números fijos de contacto, todos comenzando con la característica 2200, pero el mismo 09001086. Los telemarketers decían que la empresa se llamaba Servicios Laborales, pero el discurso invitando a hacer la llamada de valor agregado era idéntico. En febrero de 2011 también estaba operativo el 09001982, con un costo más alto. Durante el año los avisos fueron cambiando de teléfonos fijos. Cuando quienes se inscribieron llamando a un determinado número, a las semanas, vuelven a llamar para consultar si alguna empresa se interesó en ellos, el teléfono no lo atiende nadie o ha sido cambiado.

Por su parte, el titular de la Dinae, Eduardo Pereyra, dijo que el año pasado se abrió un expediente sobre el tema y la idea es solicitar la intervención del Departamento de Delitos Complejos de la Policía, porque “se trata de un delito”.

“Es gente que está siendo engañada, algo parecido a una estafa, hay una forma solapada de cobrarle un servicio que no se le debería cobrar al trabajador”, sostuvo. El expediente en el MTSS fue derivado a la Inspección General de Trabajo y se informó del caso a Antel para que “diera de baja esos teléfonos”, agregó. Sin embargo, no fue así. Los titulares de los 0900 pueden ser identificados por Antel, ya que existe un registro, porque el ente es el que abona lo facturado todos los meses. Además, según establece la normativa, aquellos servicios dedicados a la demanda de trabajo deben tramitar el servicio presentando la licencia habilitante emitida por el MTSS ante Antel.