Desde temprano, mientras se armaba el estrado frente al Palacio Legislativo, la zona se fue poblando de vendedores de tortas fritas, chorizos, panchos y maníes, ya previendo una gran concurrencia. Y tenían razón. A las 16.00 había unas 20.000 personas y los overoles naranjas y azules se confundían con las remeras rojas y amarillas estampadas con un “100% SUNCA”. El paro con movilización y acto del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) comenzó al mediodía en Montevideo, pero fue de 24 horas en el interior, desde donde llegaron decenas de ómnibus.
Por primera vez participaron en una movilización del SUNCA viudas de trabajadores muertos en accidentes laborales y trabajadores con lesiones y amputaciones por esa causa. Tras concentrarse en el Obelisco, conformaron una larga y ruidosa caravana encabezada por autos y motos, a los que seguían ómnibus y miles de personas a pie. Recorrieron la avenida 18 de Julio hasta la plaza Libertad, y desde ahí, por Avenida del Libertador, subieron hasta el Palacio. La consigna fue “Todos juntos por la vida” y el principal reclamo las mejoras en la seguridad laboral, con énfasis en la aprobación del proyecto de ley que establece la responsabilidad penal del empleador en caso de incumplir con las normas de seguridad y salud en el trabajo.
La iniciativa es analizada en la comisión de Legislación del Trabajo de Diputados. Su presidente, el diputado colorado Fernando Amado (Vamos Uruguay), dijo ayer a Montevideo Portal que él y su partido no acompañarán la redacción del proyecto tal como está ya que “tendría un efecto negativo porque generaría mucha incertidumbre sobre a quiénes se le aplica la responsabilidad por los accidentes”. La comisión recibe hoy a autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Nadie responsable
Javier Díaz, de la dirección del SUNCA, dijo a la diaria que el paro con movilización de ayer forma parte de una estrategia iniciada el año pasado con el lanzamiento del Plan Obra Segura, una campaña de sensibilización pública financiada por Presidencia de la República, el MTSS, la Cámara de la Construcción y el propio sindicato. Díaz anunció que el 26 de abril se lanzará la segunda etapa de esta campaña. Aclaró que la estrategia del SUNCA “va más allá de la aprobación de la ley de responsabilidad penal”, porque incluye además propuestas para “generar algunos cambios en la normativa de seguridad e higiene que terminen con los accidentes en la construcción”.
Díaz señaló que la campaña de recolección de firmas “en apoyo a las iniciativas del sindicato lleva recogidas más de 300.000” y se piensa mantener hasta la semana previa a la aprobación de la ley de responsabilidad penal para presentarlas en conferencia de prensa. El sector de la construcción se ha convertido en una importante puerta de ingreso al mercado laboral para jóvenes sin experiencia previa. “Todos los días entran cientos de trabajadores nuevos a la industria que no tienen por qué saber cómo es una obra, por lo que debería haber partidas de horas fijas para capacitarlos”, indicó Díaz. Además, el SUNCA propone que “los delegados de seguridad e higiene tengan facultades de clausura” en caso de detectar una situación “anómala de riesgo de accidentes de trabajo”, y conseguir “más horas de capacitación y de recorrida por las obras” para ellos, agregó.
En cuanto al rechazo al proyecto por parte de las cámaras empresariales, que argumentaron que la normativa vigente ya dispone de mecanismos para penalizar a los responsables de accidentes, Díaz dijo que de las últimas 400 clausuras de obras -entre las cuales hubo varias con accidentes mortales- no ha sido penalizado “ni uno solo de los responsables”.
Finalmente informó que solamente en 2012 murieron diez trabajadores de la construcción en accidentes laborales, y que en los últimos diez años suman 170. Pero también “miles de trabajadores de la construcción pasaron por el Banco de Seguros del Estado, muchos con lesiones graves, y varios quedaron imposibilitados de volver a trabajar en la industria”.
A pesar del éxito de la movilización, la cobertura mediática se focalizó en otro episodio. La periodista de Canal 10 Alejandra Patrone denunció que un grupo de trabajadores la amenazó cuando pretendía cruzar en auto Avenida del Libertador. Patrone, que iba acompañada por su esposo, relató a Subrayado que los manifestantes primero le dieron paso, pero cuando estaba por cruzar, un grupo comenzó a golpear el auto con “patadas y golpes de puño”. Siempre de acuerdo a la versión de Patrone, uno de los trabajadores la amenazó diciéndole: “Quedate quietita o te violamos y matamos”. Entonces, el esposo de la periodista se bajó del coche, pero en ese momento apareció Óscar Andrade que “calmó los ánimos de sus compañeros”, agrega Subrayado. Poco después de publicada la noticia, el representante de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social, Ariel Ferrari, llamó al noticiero y dio otra versión. Según Ferrari, el esposo de Patrone intentó cruzar en auto durante la movilización y los trabajadores del SUNCA lo detuvieron, pero éste se bajó del vehículo “con intenciones de pelear”. Ferrari aseguró que no hubo agresión ni insultos de parte de los trabajadores. Richard Ferreira, dirigente del SUNCA, aseguró a la diaria que en la marcha no se registraron incidentes y que las acusaciones son “una cortina” para “desviar la atención” de una “manifestación pacífica”. Informó además que hoy se reunirá la Dirección Nacional para evaluar la movilización, pero no aseguró que la denuncia de Patrone sea uno de los temas a tratar.