Uruguay y Estados Unidos excluyeron expresamente de un acuerdo de defensa la posibilidad de intercambiar “armamento nuclear, misiles dirigidos, minas y torpedos navales”.

La Comisión de Asuntos Internacionales del Senado aprobó ayer por unanimidad la renovación de un tratado de cooperación en Defensa con Estados Unidos, que estaba vigente desde 1953. El tratado, de “Adquisición, suministro y prestación recíproca de servicios”, le permitió a Uruguay adquirir hace algunos años 12 visores nocturnos y aviones de guerra en desuso para el Ejército, recordó el senador colorado Ope Pasquet. “Este acuerdo permite un ‘intercambio’ entre las partes” en materia de defensa, graficó el senador, quien considera que de momento éste no funciona equilibradamente, sino en favor de Uruguay.

El acuerdo excluye los “misiles dirigidos, minas y torpedos navales, armamento nuclear, sistemas de guiado para bombas, armas o municiones químicas, materiales nucleares o fuentes radiactivas y los pertrechos [municiones] militares significativos”. También quedan afuera los “sistemas de armamento, equipos y partes”, excepto “vehículos no letales” y “cantidades iniciales de repuestos de equipos”, aunque no incluye los necesarios para el mantenimiento.

El senador que informó acerca del proyecto, el nacionalista Gustavo Penadés, explicó que mediante este acuerdo es posible contar con tecnología a la que, de otra forma, las Fuerzas Armadas uruguayas no podrían acceder. En cambio, Uruguay no tiene muchas posibilidades de colaborar con tecnología o materiales para las fuerzas estadounidenses, aunque Penadés destacó que en Estados Unidos “sí valoran mucho el entrenamiento conjunto”. El legislador incluso comentó que en una competencia de entrenamiento realizada recientemente, los efectivos del Batallón 14 resultaron vencedores sobre sus pares estadounidenses.

“Lo tienen muchos países con Estados Unidos y no tiene nada de llamativo, salvo que este acuerdo es ratificado también en un gobierno de izquierda”, expresó. Por su parte, el senador comunista Eduardo Lorier expresó que si bien no está al tanto del nuevo acuerdo, partirá “de la base” de que está “bien” realizado, aunque será necesario “analizarlo”. Para Lorier, el acuerdo anterior era “un desastre”, al punto de que “toda la fuerza política estaba en desacuerdo”. “Era propio de la Guerra Fría, de lucha entre comunistas y capitalistas, estaba totalmente perimido”, describió. Ahora el texto pasará al plenario de la cámara alta. ■