Las declaraciones de representantes de la Iglesia Católica sobre la Ley de Matrimonio Igualitario habían generado críticas aisladas entre legisladores de diversos partidos, pero ayer se conoció el primer pronunciamiento oficial de una agrupación.

Se trata de la agrupación Diversidad Frenteamplista, liderada por la edila de la Junta Departamental de Maldonado Liliana Berna, que consideró muy llamativo que en el marco de una semana “tan significativa” para los cristianos se conozcan afirmaciones que sólo contribuyen a “incitar a la discriminación y la segregación”. Las opiniones que han surgido desde filas religiosas “siembran intolerancia hacia las personas que manifiestan su adhesión al proyecto, llegando incluso hasta la utilización de amenazas de infierno y sufrimiento a quienes lo voten”.

En Diversidad Frenteamplista rechazan “los calificativos de modas intelectuales en la discusión” y los llamados a la “conciencia” de los legisladores. Los parlamentarios que votarán la ley, afirman, deben actuar con fidelidad a “los acuerdos políticos” que los llevaron a ocupar sus bancas. “Sus creencias particulares no son puestas a consideración a la hora de la elección por parte de la ciudadanía”, agregan. Mencionan las votaciones de otros derechos conquistados, como el del voto femenino y el divorcio, y recuerdan que en esos casos la Iglesia “también había realizado anuncios de Apocalipsis”.

La votación en la Cámara de Senadores comienza hoy a las 9.30 y todo indica que el plenario aprobará la Ley de Matrimonio Igualitario. Además de los votos del oficialismo, también acompañarían la propuesta los nacionalistas Luis Alberto Heber, Gustavo Penadés y Jorge Larrañaga y los colorados Ope Pasquet y José Amorín Batlle. En declaraciones a El Espectador, Pasquet argumentó que “de esta manera vamos a contribuir a que las personas de orientación homosexual tengan el respeto de la sociedad en la que viven. Creo que éste es el fondo del problema. Acá no es tanto cuestión de buscar soluciones técnicas, soluciones jurídicas para los problemas que pueda plantear la convivencia de dos personas de orientación homosexual”, alegó.

Pasquet considera que lo principal en este debate es que mediante el matrimonio “ellos obtienen un reconocimiento de su condición homosexual y un reconocimiento de que su dignidad como personas no cambia por eso, como no cambia tampoco por el color de la piel, por la nacionalidad, por cualquier otro factor”. “La dignidad de las personas es común a todos los individuos de la especie humana. Me parece que ése es el meollo del asunto. Voto a favor porque creo que va a redundar en una mayor tolerancia hacia gente que merece respeto, que ha sufrido mucho y que sufre mucho por su orientación”, agregó.

El Frente Amplio publicó ayer en su sitio web un comunicado que ratifica “el compromiso de que todos sus senadores voten a favor de la ley”, lo cual indicaría que todos ellos acompañarían el proyecto. A pesar de eso, según informaron fuentes del oficialismo, es probable que el senador Carlos Baraibar (Asamblea Uruguay) plantee algunos reparos a la nueva normativa, aunque llegado el momento de votar, si decide no votar afirmativo, se retiraría de sala y dejaría que su suplente, Milton Antognazza, garantizara la unanimidad del bloque. En caso de que la ley sea aprobada en la Cámara de Senadores, deberá volver a Diputados, debido a las modificaciones que sufrió el texto en la cámara alta.