El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Ruibal Pino, explicitó su posición relativa a las causas vinculadas a las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar.

El martes, consultado por la prensa respecto del dictamen de la fiscal María Camiño -quien negó la excarcelación del policía retirado Ricardo Zabala, procesado por el homicidio del maestro Julio Castro en 1977-, Ruibal Pino enfatizó que el juez de ese caso, Juan Carlos Fernández Lecchini, tiene “independencia para decidir” sobre la excarcelación, más allá de la postura de la fiscal.

Ruibal Pino aseguró que el organismo que preside no les dice a los jueces “que deben opinar como la Corte”, aunque enfatizó que es “claro” que “eventualmente van a encontrar una muralla cuando llegue el momento en que se expida el Tribunal o llegue el fin del expediente penal, y tenga la posibilidad de expedirse la Corte”.

El abogado Federico Álvarez Petraglia, quien actúa en diversas causas sobre derechos humanos, acusa a Ruibal Pino de tener “una salida fuera de lugar”. “Es preocupante enterarnos por la prensa de que un integrante del máximo órgano judicial del país” adelante “opinión en un tema que le llegará en su momento, y por lo tanto prejuzgue”. “Lo terrible no sólo es ese prejuzgamiento, sino su negativa tozuda a admitir que puedan existir argumentos que puedan conmover lo que piensa. Con personas así es imposible el debate democrático de ideas”, evaluó Álvarez Petraglia.

“Esperemos ver a los Dres. [Gonzalo] Aguirre o [Julio María] Sanguinetti concurriendo a la Corte a manifestar su preocupación por este exabrupto de Ruibal, de la misma forma que lo hicieron con Mota. Por favor, dejen de darnos vergüenza, sólo pedimos Verdad y Justicia, basta de darles seguridades jurídicas a los verdugos”, reclamó el abogado.