El discurso que se robó más aplausos fue el del dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, Richard Read, quien también había sido uno de los oradores del histórico acto del 1º de mayo de 1983, organizado por el Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT).
Tras ser presentado por Ángel Tito Dangiolillo, Read se sacó la campera de cuero y visiblemente acalorado hizo un enérgico discurso que culminó con el público entero de pie aplaudiéndolo. Abandonó el micrófono con calurosos abrazos de sus compañeros del Secretariado Ejecutivo. Parecían festejos de una emotiva victoria.
Read comenzó recordando aquel acto en 1983, momento en que “37 sindicatos se atrevieron a desafiara la dictadura”. Esa instancia significó el “quiebre, el antes y el después” de ese régimen, ya que si bien “es cierto que había acuerdos y negociaciones con los militares de partidos demócratas”, para el dirigente “fue la clase obrera la que acumuló en la lucha y la que identificó al pueblo en la pelea contra la dictadura”.
Tras admitir que estaba “emocionado” y que le temblaban las piernas (algo que, según dijo, se le fue pasando a medida que culminaba su discurso), el referente del gremio de la bebida hizo un reconocimiento a los dirigentes sindicales de la “nefasta” década de los 90 que pelearon contra la privatización de las empresas públicas. “De arranque nos metieron un ajuste fiscal de 16%, y después las privatizaciones, el cierre de fábricas y la rebaja de salarios. La única salida era la emigración”, recordó. Por suerte, añadió, este “embate” se “encontró con el pueblo uruguayo”, en el referéndum de 1992 contra la Ley de Empresas Públicas.
Un PIT-CNT “batllista”
Los únicos legisladores de la oposición en el acto fueron los diputados blancos Pablo Abdala y Álvaro Delgado y el colorado Fernando Amado. Abdala elogió el discurso del otro Abdala, el sindicalista, sobre todo porque propuso “un proceso de industrialización en determinados rubros”. “El gobierno debería tomar nota de eso”, sugirió.
Amado, en tanto, felicitó a Read por referirse al sindicalismo como “escudo de los más débiles” y por sus reflexiones sobre el presentismo laboral. Según Amado, se trató de un discurso “netamente batllista”. “Estoy muy reconfortado de tener en el sindicalismo uruguayo a personas como Read, que sostienen y reivindican principios batllistas con los cuales comulgo y me siento representado”.
Después abordó un tema delicado: habló del “problema” de “los hábitos de trabajo” y de los “altos índices de ausentismo, de hasta 27% o 30%”. “Debemos mirar para adentro en el sindicalismo y definir qué tipo de sindicato queremos y qué sociedad queremos”, sostuvo Read, para luego indicar: “No podemos pedir una sociedad con nivel educativo y niveles morales, con reglas del juego, si no nos comprometemos adentro. No podemos estar de acuerdo con el ausentismo laboral o del que va a laburar y más bien hace como que está laburando”. Mientras el público se ponía de pie para aplaudir, Read insistía en que ese tema “es un problema”. “No quiero el atorrante, el vago, el lumpen, el junta votos; no quiero en mi sindicato eso, no fomentemos el lumpenismo”, alertaba, gritando casi sin voz. “El mejor sindicato no es el que más huelgas hace, es el que mejor laburantes tiene”.
De plataforma
El discurso más programático estuvo a cargo del coordinador de la central Marcelo Abdala, que enfatizó la necesidad de “abrir una nueva etapa de cambios” en el país. Recordó que hay 600.000 trabajadores que ganan menos de 10.000 pesos e invitó a dar un “salto en calidad”. Sostuvo la necesidad de “ayudar a generar las condiciones para una serie de realizaciones programáticas de aplicación inmediata” que sean “fase de tránsito de una etapa nueva de cambios”. Pidió generar transformaciones en grandes “ejes” estratégicos. Entre ellos, distinguió la necesidad de modificar la estructura productiva del país: “Cualquier país sería torpe si no utilizara las ventajas del momento de altos precios internacionales en las materias primas para su desarrollo en el sector primario”.
También propuso aplicar “un sistema de compras públicas para que la demanda del Estado se asocie a la generación de redes de proveedores nacionales” y observó que es “muy escasa la participación nacional en los molinos eólicos”. Además, reclamó la “urgente aprobación” de la ley que “dota a los diques del Estado de una gestión industrial y que tiene que ver con la creación de industrias navales del Estado”. Solicitó que se apresure el aumento del salario mínimo nacional para erradicar cualquier sueldo inferior a 10.000 pesos y que los trabajadores puedan elegir desafiliarse de las AFAP. Como era de esperarse, pidió “gravar más” a “quienes hayan capturado ganancias extraordinarias” para que “con la mano solidaria del Estado podamos financiar la transformación estructural de la economía”. Por último, anunció que el martes 7 a las 19.00 el presidente venezolano, Nicolás Maduro, participará en un acto en el local de la central sindical.
Antes habló la coordinadora de la central y secretaria del Departamento de Género y Equidad del PIT-CNT, Beatriz Fajián, que pidió que “ni un solo uruguayo vote la baja de la edad de imputabilidad”. También enfatizó la necesidad de que la Ley de Cuidados “salga rápidamente” y le pidió para eso al ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, que “saque más plata y se la dé a [Daniel] Olesker”. Además, reclamó el fin del “lucro” en la salud, propuso “topear” los salarios médicos y les exigió a los estancieros que instalen baños químicos en las estancias donde se desempeñan los trabajadores rurales.
El entorno
Este año la consigna del acto fue “Hacia una nueva etapa de cambios de cara al pueblo” y marcó diferencias con los realizados en las últimas décadas. Fue de mañana, más breve, se colocó una pantalla gigante y hubo juegos para niños. Se recordaron dos hechos históricos que tuvieron al movimiento sindical como protagonista en la lucha contra la dictadura: los 30 años del 1º de mayo de 1983 y los 40 años de la huelga general contra el golpe de Estado de 1973.
El martes, en conferencia de prensa, Fernando Pereira y Gabriel Molina, del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, ya habían explicado que cambiar la convocatoria para la mañana, algo que no hacían desde hace 30 años, respondió a la “inquietud de varios sindicatos que reclamaban que los trabajadores pudieran concurrir al acto como siempre, pero también estar un rato con la familia”. Pero además del horario, hubo cambios logísticos que reflejan que también hay marketing sindical.
El estrado se montó mirando al sur y sobre la plaza. En la estructura que está al oeste se colocó la misma pancarta que encabezó el acto de 1983: “Obreros y estudiantes, unidos y adelante. Aquí se respira lucha”, y fue firmada en conjunto por el PIT-CNT y la desaparecida Asociación Social y Cultural de Estudiantes de Enseñanza Pública (ASCEEP).
Paisajes urbanos
En la parte frontal del escenario se colocaron imágenes de los detenidos desaparecidos y en su memoria se dejó una silla vacía entre las destinadas a los miembros del Secretariado Ejecutivo y de la Mesa Representativa de la central.
A ambos lados del escenario se colocaron 37 banderas de sindicatos actuales para recordar el mismo número de organizaciones que “se animaron”, según Richard Read, a participar en el 1º de mayo hace 30 años. Ayer, además, se podía asistir con niños sin condenarlos al aburrimiento. Había castillos inflables, cama elástica y hasta un toro mecánico que fueron bien aprovechados por los pequeños.
En el entorno los infaltables puestos de venta de chorizos, tortas fritas, agua caliente y maní. Al final del acto, algunos vendedores se quejaron porque no vendieron lo mismo que años anteriores, a pesar de que había más gente. Un choricero evaluó ya al cierre que este año “el acto duró poco rato”, mientras que para un tortafritero “la gente no compró mucho porque se fue a comer el asadito a la casa”.
La campaña por el “No a la baja” de la edad de imputabilidad penal regaló pins, pegotines y globos de color celeste. La puntualidad fue otro de los cambios que más llamaron la atención. El acto empezó y terminó a la hora prevista. En la conferencia de prensa del martes Pereira había dicho que ese evento, en el que se agasajó a los periodistas con un desayuno, representaba también un cambio “en la forma de relacionarse con los trabajadores de los medios de comunicación”. Ayer en el acto los camarógrafos contaron por primera vez con una plataforma de andamios tubulares montada frente al estrado. Había pantalla gigante y para quienes no pudieron ir transmisión por internet desde el sitio del PIT-CNT.
Chisporroteos
En el resto de las estructuras de la plaza había banderas de sindicatos, gremios estudiantiles, brigadas solidarias y de cooperativas de vivienda. En un vértice de la plaza se ubicaron unos 50 militantes del Partido de los Trabajadores, los únicos que llevaron banderas partidarias y que discutieron con integrantes de la organización por entonar cánticos cuando estaban hablando los oradores. Militantes de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) recogían firmas en apoyo de la inclusión de un artículo en la próxima Rendición de Cuentas que propone una actualización de las cuotas correspondientes a créditos para vivienda en unidades reajustables (UR), tomando en cuenta el valor de la UR y de la Canasta Básica Total.
La Columna Cerro-La Teja llegó sobre las 12.00 por Agraciada con una pancarta contra la instalación de la planta regasificadora, entonando “se escucha, se escucha, arriba los que luchan”, mientras hablaba Fajián. Para cumplir con la puntualidad prometida, los presentadores les pasaron tijera a los comunicados y mensajes de adhesión, que en actos anteriores eran leídos por completo. Se había anunciado como hora de finalización las 13.00 y Richard Read terminó su discurso 13.10. La gente se fue rápidamente en vehículos particulares y en las 20 locomociones dispuestas por la organización. La gran mayoría de los participantes consultados por la diaria estuvo de acuerdo con el cambio de horario. También coincidieron en que la concurrencia fue mayor ayer que en los actos de años anteriores. Pereira dijo el martes que tras una “fuerte campaña” el PIT-CNT alcanzó los 350.000 afiliados, cifra que se debe en gran parte a la incorporación de trabajadores de la construcción, educación y otros sectores industriales.