El primer paro general parcial del PIT-CNT en el año incluyó una concentración en la que hablaron el secretario de Propaganda de la central, Gabriel Molina, y la representante de los sindicatos de la enseñanza, Elbia Pereira.

Molina denunció la precaria situación de “más de 600.000 trabajadores” que tienen salarios por debajo de los 14.000 pesos y reclamó un Salario Mínimo Nacional de 10.000 pesos a partir de enero. La situación de los salarios bajos es todavía más grave, según Molina, si se considera que la propuesta del equipo económico para la próxima ronda de negociaciones salariales es mantener la pauta en 5% -el centro del rango meta establecido-; por eso el PIT-CNT propone llevarla a 8%.

El dirigente cuestionó a la Suprema Corte de Justicia, exigió la puesta en marcha del sistema ferroviario nacional y exhortó al gobierno a que agilice los trámites para que se formalice la cooperativa de los trabajadores de la ex Pluna. Molina informó que la diputada nacionalista y ex ministra de Trabajo y Seguridad Social Ana Lía Piñeyrúa envió una carta a la dirección del PIT-CNT en la que solicita que la central denuncie fraude electoral en las elecciones en Venezuela. “Ana Lía, no tenés vergüenza”, sentenció Molina, quien recordó que durante su gestión en el Ministerio de Trabajo, en el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti, Piñeyrúa atendía únicamente a los gremios con más poder y a las cámaras empresariales, y no alentó la formación de los Consejos de Salarios. 
Piñeyrúa respondió, en su cuenta de Twitter, que los dirigentes del PIT-CNT tienen que “refrescar la memoria”: entre 1995 y 1999, cuando ella se desempeñó en el cargo, “se instaló una mesa tripartita para ley de negociación colectiva y hubo diálogo con agenda abierta”, sostuvo. La diputada considera que “como [la central sindical] no cumplió con su misión de reclamar respeto de derechos de trabajadores a [Nicolás] Maduro, ahora insultan”.

Molina también criticó a la fundación Techo, responsable del proyecto Un Techo para mi País: “Los trabajadores tenemos una alternativa distinta para solucionar un gran problema, y nadie se puede enojar. Una alternativa distinta a la que promueven los chetos de Pocitos de Un Techo para mi País, que son cuatro palos y unas maderas. Eso no es una solución. En todo caso, si están aburridos y quieren hacer algo, que se vengan al Plan Juntos y levanten ladrillos; que laburen”, reclamó.

Horas después, Sofía San Cristóbal, directora ejecutiva de Techo, aclaró que sus integrantes “provienen de diferentes orígenes” y saben que las viviendas son para resolver una “situación de emergencia”. Con respecto a la posibilidad de trabajar en coordinación con el Plan Juntos, San Cristóbal aclaró a El País que han participado en intervenciones en “los asentamientos 7 de Diciembre, Punta del Indio, en 5 Barrios Unidos, y hemos tenido experiencias superconcretas de trabajo con el Plan Juntos y por supuesto que la disposición al trabajo en conjunto está siempre”. Por su parte, Pereira pidió salarios de 25.000 pesos para docentes y maestros, y criticó las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, según sus siglas en inglés).

Finalmente, la central ratificó su rechazo al referéndum contra la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la iniciativa para bajar la edad de imputabilidad penal.