Alianza Nacional (AN), el sector liderado por el senador Jorge Larrañaga, inauguró ayer su nueva sede. A la hora de inicio el local de la calle Colonia parecía, desde afuera, una discoteca o un pub durante ese momento en que, desbordada la capacidad, la gente ocupa y corta la calle. Unas luces largas giraban vertiginosamente e iluminaban la calle y los edificios vecinos, mientras sonaba música electrónica y unas luces azules acompañaban unas pantallas con la leyenda “Alianza”.

El salón, que era bastante reducido, estaba totalmente lleno. Se encontraban legisladores como Pablo Iturralde, Verónica Alonso, Carlos Moreira, Eber da Rosa, Luis Alberto Heber, Pablo Abdala, los intendentes Guillermo Besozzi (Soriano) y Omar Lafluf (Río Negro), el ex ministro y candidato presidencial por el Partido Nacional Juan Andrés Ramírez y otras personalidades como el vicepresidente de la Unión Cívica, Carlos Álvarez Cozzi, el ex dirigente de Peñarol José Carlos Domínguez y el conocido metafísico Mario Olivero Troise.

Larrañaga comenzó hablando de su pasado militante y de cómo llegó al lugar que ocupa actualmente sin que nadie le haya “regalado nada”. Destacó la labor opositora de su grupo, en tanto no se dedicó “a confrontar, que es lo más sencillo, ya que rinde mucho más la trinchera que el diálogo”. “Para poder reclamar del resto del sistema político actitudes similares hay que haber tenido la legitimidad de ofrecerle al gobierno respuestas al país, aun pagando costos políticos”, afirmó. Aseguró que no cree en un “país de mitades” en que “el 50% quiere que las cosas anden bien y el otro 50% no”, y criticó las declaraciones de Mujica sobre el país del “no se puede”. “Si no se puede es porque el gobierno no pudo o no supo. Perdieron la educación con los corporativismos, las relaciones internacionales con la ideología y la seguridad con la desobediencia”, opinó.

Luego expresó su “rotundo rechazo” a cualquier tipo de despenalización del comercio y cultivo de marihuana y afirmó que, si le toca asumir el gobierno, mantendrá las políticas sociales “pero sin clientelismo ni el relativismo moral y el pobrismo” del gobierno frenteamplista. Definió al Frente Amplio (FA) como “una oligarquía de izquierda”, que hace “lo que criticaron toda la vida: el clientelismo, las parcelas de poder, las rencillas internas, los desafíos aparentes de ideologías perimidas”, y alertó que en caso de que haya otro gobierno frenteamplista “lamentablemente vamos a tener más y peor FA”.

En botica

Larrañaga terminó su discurso y atendió a la prensa entre una multitud y con un parlante a todo volumen en el que sonaba “Gahgnam Style”. Allí profundizó su rechazo a la iniciativa del gobierno de regular el comercio de la marihuana: “Es un mal proyecto que no se adecua a lo que está pasando en la sociedad uruguaya, donde el flagelo de la droga, donde la pasta base puede agravarse”, y agregó que el autocultivo “tampoco tiene forma de regularse”. “Sería muy difícil llevar adelante un registro de esa modalidad y terminaría siendo más problema que solución”, dijo. También hizo referencia al proyecto de la planta regasificadora que el gobierno piensa instalar en Sayago, afirmando que “a nuestro juicio debería ser parte de una política de Estado por la que se pudiera dar cabida a una expresión en que todos los partidos pudieran coincidir”. Enfatizó que no importa que sea una inversión histórica sino que “sea efectiva para el país, y en este caso me parece que una inversión que va a demandar 180 millones de dólares por año, que no toma en cuenta la comercialización del gas, puede terminar siendo una inversión equivocada para el país, más allá de que no nos oponemos al cambio de la matriz energética”.

Larrañaga lamentó cómo trató el tema el gobierno y afirma que “tendría que haber tenido mayor profundización de los estudios, y que fueran compartidos con los representantes de todos los partidos, para, de esa manera, ayudar a la dilucidación de un tema que no involucra solamente a este gobierno sino a los próximos cuatro”.

Finalmente, el líder de AN hizo referencia al pedido expresado en un acto de la lista 40, que le solicitó, en línea con el cambio de opinión sobre el acuerdo con el Partido Nacional para las municipales de Montevideo, que revea su posición negativa a la baja de la edad de la imputabilidad. Sobre este punto, dijo: “Una cosa es el cambio nuestro con respecto a la construcción de una alternativa en la capital del país, porque los pozos, la falta de luces en las calles, el saneamiento no tienen ideología y no involucran cuestiones de principio. El tema de la baja de la edad de imputabilidad es un proyecto erróneo, es equivocado constitucionalizar ese tema”. Finalmente remarcó que “nadie nos intima a determinar nuestra posición ni nadie lo hizo nunca”.