Buquet opinó que el resultado “fue una derrota contundente” para los impulsores, pero es difícil determinar las responsabilidades, cuando había encuestas que sostenían que casi 30% de la población se manifestaba contrario a la legalización del aborto. Pero además se quedaron “muy lejos de su electorado potencial”, agregó. El politólogo considera que ninguno de los actores del sistema político “se la jugó mucho” en la campaña y que en estas instancias, que no son obligatorias, no alcanza con que haya gente “a favor de tu propuesta”, sino que también hay que “movilizarla”. “El político es un especialista en eso. En otros países esto vale para cualquier elección porque no hay obligación. Acá los aparatos partidarios no están aceitados para eso”, explicó. Un ejemplo son las elecciones internas de los partidos políticos, instancias de participación voluntaria en las que “la mitad de la gente va igual aunque no la estimules, pero la otra mitad va porque los aparatos estimulan con llamadas, reuniones, actos, movilizaciones”, añadió.

Sobre las causas de esta falta de apoyo de los aparatos, Buquet expresó que pudo haber dos causas: una es que “predecían un fracaso de antemano” y otra es “la propia competencia interna en la oposición”. “Si la campaña tiene éxito, pero ese éxito lo va a capitalizar Pablo Abdala, no es conveniente dar todo el apoyo porque se le está financiando la campaña a otro. En estos casos, cuando quien está detrás es una coalición heterogénea, los que participan piensan en términos de costo beneficio”, expresó.

Más derechos

El secretariado ejecutivo del FA manifestó ayer en una declaración “su satisfacción por los resultados que han ratificado en forma clara y contundente la plena vigencia” de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que “impulsó” el FA y que “amplía los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, con mayor información, adecuado asesoramiento y garantías de asistencia para tomar una decisión responsable”. Además, reconoció a la militancia “de un amplio abanico de organizaciones sociales” y del propio FA, que promovió y defendió “la ampliación de derechos de las mujeres uruguayas”, y expresó el compromiso de la fuerza política con “seguir construyendo una sociedad más justa, solidaria e inclusiva”. También expresó su satisfacción con el resultado el Comité Ejecutivo del Partido Socialista, destacando que “el pronunciamiento ciudadano ha sido contundente”.

La declaración explica que esta ley forma parte “de un conjunto de normas y políticas orientadas” por el FA “a preservar y ampliar” derechos ciudadanos y “en este caso especial a evitar la criminalización de las mujeres”. Para los socialistas, desde el domingo “otros componentes” de los derechos de Salud Sexual y Reproductiva, integrados con esta ley, cuentan “con un mayor marco de apoyo para la implementación y difusión de los mismos”.

Para Buquet, el resultado de la consulta “no va a tener mayores consecuencias en la competencia partidaria”, pero la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo “queda firme y sale fortalecida, algo así como blindada”. “Si a alguien se le ocurre derogar la ley, va a tener que pagar altos costos políticos”, añadió. Dijo además que Vázquez “quedó mal parado”, porque les “dejó un cachón” a los sectores “más radicales” que son “minoría en el electorado, pero potentes en términos de militancia y en los organismos”. Para estos sectores que vienen planteando “que el Frente Amplio [FA] está teniendo políticas moderadas o neoliberales”, Vázquez significa “más de lo mismo”. Pero también hay sectores que son “moderados o reformistas” que con “estas cuestiones de derechos como el aborto están de acuerdo”. Entonces, los radicales consiguieron “un potencial anti Vázquez”, concluyó.

Propios y ajenos

El vicepresidente del FA Juan Castillo dijo el domingo -en referencia a la participación de Vázquez en la votación- que “cuando uno es un hombre orgánico debe acatar la decisión de la fuerza política”. Ayer en declaraciones a Montevideo Portal, el diputado de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad Carlos Gamou defendió a Vázquez y dijo que “intentar generar alguna ventajita política” a partir de este tema “parece pueril”. Agregó que en acuerdo o no con la posición de Vázquez, ésta se supo “siempre”, y ahora no se puede “cobrarle cuentas”.

Por su parte, el diputado nacionalista Pablo Abdala (Corriente de Acción Renovadora) dijo, luego de la habitual reunión de los lunes de su grupo, que hubo “mucha satisfacción” porque se “cumplió con la tarea propuesta de instalar el debate del tema en la opinión pública y en la agenda política”. Abdala descartó que se haya tratado de una elección en la que se disputaron “espacios de poder”, pero reconoció que tal como “hizo el FA muchas veces cuando era oposición, estas instancias generan espacios de acumulación, aunque no se llegue al objetivo. Estos procesos no se agotan con el resultado electoral”. Aceptó que “algunos compañeros permanecieron indiferentes al proceso”, pero otros “hicieron una labor silenciosa e importante”. “Nunca hubo un involucramiento institucional de los partidos porque opinábamos que era un tema que generaba contradicciones en todos”, explicó. Abdala dijo que una de las explicaciones del fracaso de la convocatoria tiene que ver con la “participación política de la ciudadanía en instancias en que no es obligada”, y recordó que en las internas, cuando están todos los partidos con todas sus estructuras y candidatos en campaña, “nunca se llega” a 45% o 50% del electorado.