El presidente de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), Jorge Setelich, realizó ayer una exposición muy crítica con la situación del ferrocarril, durante una charla organizada por la Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana, llamada “Trenes de Uruguay: ¿en vías de extinción o ante una nueva oportunidad?”. El jerarca graficó que Uruguay está en la posición 59 de infraestructura a nivel mundial -en base a datos del Foro Económico Mundial-, y que en el caso del ferrocarril está en el lugar 108, “compitiendo” con Angola y “países de infraestructura bastante inferior”. Además, mientras el estándar mundial de transporte es de 20 a 25 toneladas por eje, los vagones de los trenes uruguayos apenas alcanzan 18 toneladas. “Somos menos competitivos por nuestra infraestructura”, aseguró Setelich.
Luego se refirió a la línea Fray Bentos, que tiene una “demanda muy alta” y “justifica la infraestructura para poder mantenerla”, pero recordó que quedó fuera de servicio en 2010 porque era “imposible seguir operando”, a pesar de que el gobierno anterior “empujó y trató de implementar soluciones para el ferrocarril”. “A pesar de existir la demanda y ser viable el transporte se toma la decisión de dejar fuera el servicio por no generar inversiones que requiere este tipo de infraestructura”, expresó.
Para paliar esa situación y reconstruir la red ferroviaria, planteó dos escenarios posibles: en el mejor caso habría que invertir unos 823.000.000 de dólares y, en el peor escenario, unos 1.467.000.000 de dólares. En “ese rango” estaría el “volumen de inversión como para tener, en una perspectiva de 40 a 50 años, una red ferroviaria que soporte agregar valor”.
A eso hay que agregar, según dijo, las “complicaciones” en la línea que llega a Río Branco, que podría quedar fuera de servicio si no recibe inversiones, advirtió. Más allá de la reestructura de AFE, Setelich explicó que cuando asumió la nueva dirección del ente, hace un año (junto a Álvaro Fierro en la vicepresidencia) se impulsó un “plan de contingencia” porque “la situación actual de la empresa es muy crítica y hay problemas de gestión, capacidad y recursos”.
“Estas medidas son decisiones de corto plazo para sobrevivir”, dijo. Entre ellas, se buscó regularizar situaciones de endeudamiento, especialmente con una deuda que data de 1964 que “podríamos haber evadido, pero que nos genera un perjuicio enorme, porque hoy la empresa no tiene acceso al crédito”.
Entre otros cambios, recordó el que se dio en el modelo de gestión, la suspensión del servicio de pasajeros (algo “poco simpático”), y la digitalización de datos de infraestructura de vía. Con esto, según estimó, en 14 meses se podría estar en un “nivel de servicio mucho más moderno que el actual”.
Prioridades
Setelich ilustró tres escenarios posibles. El primero implicaría el “fracaso de la reforma del ferrocarril”, ya que “invertir millones de dólares para prácticamente transportar cantidades no significativas no tiene sentido”. “Estamos trabajando para que este punto de vista cambie pero no lo descartamos como un escenario posible”, aclaró.
El titular de AFE teme que se termine “gastando una fortuna en un globo de humo o una solución mágica que no existe”. Otro escenario sería el fracaso de la reforma por “falta de decisión o empantanamiento”, porque se “retrasa la inversión” o no se aprovechan las las oportunidades de negocios. Finalmente, planteó una tercera opción más alentadora para avanzar en el modelo, algo que necesitará “bastante dinero”, sobre todo para infraestructura.
“Se ha avanzado [en el sentido de] que se materializó la operadora ferroviaria [integrada por la Corporación Nacional para el Desarrollo, CND, y AFE], y no se avanzó en la decisión de empezar a invertir para empezar a generar resultados diferentes”, opinó. Según expresó, a los ministerios de Transporte y Economía les corresponde “transferir recursos para obtener resultados”, ya que AFE y la CND tienen calificaciones de crédito “malas”. “No se ha logrado llegar a un consenso de largo plazo, como sí sucedió en la energía. Se sigue hablando del ferrocarril como prioridad pero no se toman decisiones, sean cuales sean”, concluyó.