En 1997, el general Liber Seregni fundó el Centro de Estudios Estratégicos 1815, con la finalidad de realizar estudios políticos para contribuir a la elaboración “de un proyecto de país progresista para el siglo XXI”. Esta fundación estaba dirigida a generar políticas de Estado de largo plazo más que a aportar definiciones programáticas al FA, e incluso participaron en ella actores políticos de los partidos tradicionales. Como Seregni había pedido que cuando ya no viviera la fundación dejara de existir, en junio de 2005 se canceló la personería jurídica. En 2004, algunos de sus integrantes constituyeron el Centro de Estudios Estratégicos Ayuí, con la idea de mantener el trabajo de la institución impulsada por Seregni.
Nombres
La NAP está en proceso de conformación de su comisión directiva. Uno de sus principales referentes es el ex ministro de Economía del gobierno de Tabaré Vázquez Álvaro García. PU 2030, en tanto, definió 13 grupos de pensamiento estratégico. El sociólogo Gustavo Leal es el coordinador general. Entre los coordinadores de los grupos se encuentran la economista Gabriela Mordecki en Políticas macroeconómicas; el demógrafo Juan José Calvo en Políticas de población y desarrollo; el economista Gustavo Bittencourt en Prospectivas sectoriales de desarrollo; la doctora Cristina Lustenberg en Primera infancia, desarrollo y crecimiento de las nuevas generaciones; el profesor Ricardo Piñeyrúa en Convivencia, deporte y uso del tiempo libre; el director de Energía, Ramón Méndez, en Políticas de energía; el arquitecto Salvador Schelotto en Desarrollo de las ciudades; y el economista Juan Manuel Quijano en La estrategia de inserción internacional del Uruguay.
El Centro de Estudios Asamblea Uruguay se formó a mediados de la década del 90 para desarrollar “iniciativas científicas en el campo social, económico y cultural”. En 2002, surgió desde algunas personalidades vinculadas al Movimiento de Participación Popular e independientes, el Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CADESYC), que estableció varios grupos de trabajo en áreas específicas. Otros grupos externos al FA, como la Fundación Friedrich Ebert (Fesur), intervinieron en la campaña electoral de 2004 generando documentos sobre políticas programáticas y estratégicas de corto, mediano y largo plazo. En diciembre de 2006 se creó la Fundación Liber Seregni, que se define como “un instrumento al servicio de la generación y difusión de ideas, vivencias y espacios de encuentro de la izquierda uruguaya, identificada con el FA”. Aclara que “no pretende ni sustituir ni superponerse con ninguna de las manifestaciones de la fuerza política”.
Nuevas iniciativas
En 2012, el presidente de ANCAP, Raúl Sendic, impulsó la creación de PU 2030, un espacio de reflexión “pensando en el país a largo plazo”, según lo definió el propio dirigente. PU 2030 conformó 13 grupos de trabajo (ver recuadro) que en agosto van a presentar las conclusiones finales y líneas de acción sobre todos los temas abordados.
Más recientemente, se conformó la NAP, una asociación civil de aporte programático que trabajará en base a tres ejes temáticos: economía, políticas públicas y gestión, y derechos humanos.
La proliferación de estos espacios ha generado algunas dudas en el FA, teniendo en cuenta que la CNP trabaja desde 2012 en la elaboración de las bases programáticas para un eventual próximo gobierno. Una fuente de la NAP aclaró que se trata de ámbitos distintos y que integrantes de la asociación participan también en la orgánica del FA, pero como NAP también discuten “con gente que no es del FA”. “No es una asociación partidaria, porque hay que trabajar siempre con las personas que tienen más conocimiento de los temas”, agregó. Además apuntó que hay temas que se están pensando que “trascienden a un período de gobierno” del FA. La fuente aclaró que no es un espacio “exclusivamente universitario”, aunque se trata de trabajar “con el mejor nivel técnico”.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la CNP, Eleazar de León (Partido Socialista), explicó que en 2004 hubo una experiencia de trabajo conjunto con Fesur, con la que existía “un acuerdo de colaboración” y nunca se planteó como “competencia”. Para De León, la CNP “siempre convivió con espacios de elaboración estratégica” de centros de estudio que tienen varios sectores del FA, que “contribuyen con la elaboración programática” general. Remarcó que las bases programáticas “se terminan dilucidando en el Congreso”. Recordó que el FA es “la única organización política latinoamericana” que elabora un programa “dentro de su orgánica”.
Actualmente la CNP está trabajando en tres áreas estratégicas: desarrollo, sustentabilidad e igualdad, transformación democrática del Estado y de la sociedad, e inserción internacional de Uruguay. Cada una de estas áreas tiene en su seno unidades programáticas específicas, que totalizan 28 grupos de trabajo.
Para Juan Castillo, uno de los vicepresidentes del FA, PU 2030 es un espacio que se percibe como “más despegado” de la elaboración programática del FA que la NAP, y señaló que preferiría que estos grupos técnico-políticos de “pensadores” volcaran “todo ese ingenio” en insumos dentro de la orgánica del FA “para contribuir a presentar en el congreso un buen programa”. Si bien entiende que “hay gente de la academia que no está políticamente enrolada en el FA o no tiene posturas públicas, a veces estas propuestas no hacen más que sumar a la confusión en la cabeza de los militantes, algo que no siempre cae bien”, concluyó.