Es algo que ha pasado mucho en estos días, en ocasión de las conmemoraciones por los 40 años de la huelga general y el inicio del golpe de Estado: los diferentes actores y partidos políticos que tuvieron protagonismo en esos años tratan de dar su versión de los hechos.

A partir de eso surgen las culpas, las responsabilidades y hasta algún discurso heroico. En el Partido Colorado (PC) la mecha la encendió el senador Ope Pasquet (Vamos Uruguay) cuando, en la sesión conmemorativa de los 40 años del inicio de la dictadura cívico-militar, reconoció la responsabilidad que le correspondía a su partido en la caída de las instituciones, más precisamente en referencia al papel que tuvo el entonces presidente Juan María Bordaberry.

Esa intervención parlamentaria generó una discusión interna sobre el rol del PC en aquellos hechos, con algunas voces de apoyo a las declaraciones de Pasquet (las menos) y otras (las más) que rechazaban su punto de vista y optaban por cargar todas las culpas al presidente Bordaberry. En ese marco se realizó anoche un acto de homenaje al ex vicepresidente de la República Jorge Sapelli, organizado por la lista 305, Renovación y Cambio, integrante de Propuesta Batllista y liderada por Conrado Rodríguez.

Sapelli era el vicepresidente en ejercicio cuando en 1973 Bordaberry firmó el decreto que disolvió las cámaras, y fue una de las figuras que se negaron a apoyar la decisión del principal mandatario.

Ayer se recordó, por ejemplo, que la última sesión de urgencia de la Cámara de Senadores tuvo que ser presidida por Eduardo Paz Aguirre, porque Sapelli habría ido a intentar convencer al presidente de que no firmara el decreto, lo cual claramente no pudo evitar. También, que luego del golpe de Estado permaneció, a pesar de que no podía entrar al Parlamento, en su puesto de vicepresidente, al punto de que en 1977, cuando su mandato habría terminado, renunció a ese cargo por medio de una carta dirigida a su partido.

En la casa del PC habría unas 100 personas, entre ellas familiares de Sapelli y otras figuras del partido, como el ex presidente Jorge Batlle, el ex vicepresidente Luis Hierro López, el ex ministro de Economía Alejandro Atchugarry, el ex canciller Didier Opertti, el ex legislador Alberto Iglesias, el senador José Amorín Batlle, el secretario general del PC, Max Sapolinski, el ex ministro de Transporte durante la presidencia de Pacheco Areco, José Serrato, y el ex integrante de la Comisión para la Paz Carlos Ramela.

La parla

El primero en hacer uso de la palabra fue Conrado Rodríguez. Comenzó su discurso sentado, hasta que un grito proveniente de la primera fila, de Jorge Batlle, solicitándole que se parara, lo hizo subir al estrado. En su discurso expresó los motivos por los cuales su movimiento decidió realizar el homenaje, afirmando que “ante voces que intentan borrar los hechos y contar una historia que nunca existió, repitiendo fábulas hasta hacerlas verdaderas, es necesario afirmar que el único partido que rechazó institucionalmente el golpe de Estado fue el PC, como lo indica la declaración de su Comité Ejecutivo el 13 de julio de 1973”. Por eso, Rodríguez se dedicó a enumerar a aquellos integrantes del partido que a su entender habían realizado una defensa de la democracia y una resistencia a la dictadura, como Sapelli, Paz Aguirre, el contraalmirante Juan Zorrilla, Amílcar Vasconcellos, Luis Hierro Gambardella, Enrique Tarigo, Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle, del cual destacó que “fue el primero que denunció lo que iba pasar, cuando en 1972 afirmó en cadena nacional que se estaba produciendo un avance militarista”.

Rodríguez finalizó su discurso afirmando que “los colorados no usamos la palabra venganza porque no tenemos odio, miramos siempre al porvenir, y para eso es este homenaje”. Una reflexión que mereció un encendido “muy bien” de Batlle.

Luego de las palabras de Rodríguez se exhibió un video sobre los antecedentes del golpe de Estado y la vida de Sapelli. El material destacaba el origen “ruralista conservador” de Juan María Bordaberry y su llegada casi casual a la presidencia, y se contrastaba con el origen fuertemente batllista, colorado y republicano de Sapelli. En el video se resaltaba marcadamente el rol de Jorge Batlle, con fuerte hincapié en sus anuncios sobre el avance militarista, sus encontronazos con Bordaberry y la prisión que debió sufrir por ese hecho.

Jorge, el hijo de Sapelli, realizó una semblanza de su vida y la forma en que el golpe de Estado afectó a su padre, desde la perspectiva de la intimidad familiar. Luis Hierro López, quien dijo que se paraba para hablar, “así Jorge no me rezonga”, destacó la figura de Sapelli y definió al PC como “el guardián de la República, porque somos herederos de una tradición”.

Aseguró que “si el partido quedó bien parado para encarar la transición democrática fue gracias a quienes en 1973 dieron lo mejor para defender la República”, y resaltó que “de todas las denuncias que los militares hicieron sobre la corrupción de la clase política -“y sobre los tupas”, gritó Batlle- no pudieron comprobar ni una sola”.

Finalmente, Amorín Batlle destacó el costado más humano de Sapelli y enfatizó, casi al final del discurso, que “en momentos en que hubo tantas presiones y muchos dudaron, Sapelli tuvo bien claro lo que tenía que defender”. “Me pone muy contento que al homenajear a un hombre como él haya tanta gente presente, lo que me da la certeza de que el partido está más vivo que nunca”, concluyó el precandidato presidencial de Batllistas de Ley.