Por los flashes, los asistentes a la celebración del 50° aniversario del Movimiento Socialista supieron que llegaba el ex presidente Tabaré Vázquez, y en consecuencia, que comenzaría el acto. Uno de los primeros saludos de Vázquez al llegar a la sala del Ateneo de Montevideo fue al periodista Julio Toyos, a quien conoce desde hace 50 años, según el propio Toyos. “Mi querido y viejo amigo”, le dijo Vázquez.

Toyos también fue homenajeado al inicio del acto. Se lo llamó “un socialista de siempre” y se le entregó un cuadro con la imagen del dirigente histórico del socialismo uruguayo, Emilio Frugoni. “No me hice izquierdista leyendo a Marx, me hice izquierdista pasando hambre en el patio de un conventillo y yendo con mi padre a escuchar a Emilio Frugoni”, recordó Toyos luego de recibir el obsequio.

Walter Morodo, dirigente del Movimiento Socialista, hizo un repaso de la trayectoria de Frugoni, fundador del movimiento. Mencionó una anécdota de Frugoni como legislador, en momentos en que se discutía el voto femenino. Un legislador comentó que en vez de discutir ese tema, debía dejarse que las mujeres se quedaran en sus casas y lavaran los pisos. “Señor legislador, si las mujeres votaran, seguramente el que lavara los pisos sería usted”, le respondió Frugoni.

El senador socialista Daniel Martínez recordó las reticencias de Frugoni para aceptar algunos preceptos emanados de la revolución rusa. “En la clandestinidad la vida me hizo muy leninista, pero hay que reconocer que, pucha, aquel hombre tenía razón. El socialismo sin democracia no es socialismo”, comentó Martínez.

También recordó que Frugoni era “duro” en el debate y decía las cosas “mirando a los ojos”. “Recordarlo nos vendría bien hoy, cuando a veces nos enteramos de lo que piensan los compañeros por la prensa”, apuntó el senador. Concluyó que Frugoni es “el faro” del socialismo uruguayo y deseó que se salde “una deuda histórica que tenemos: volver a ser un mismo partido”.

A su turno, Vázquez destacó los principios de los que Frugoni es “símbolo vivo”, segun afirmó. En primer lugar, la “confianza en el proyecto de país”, la compatibilidad entre ética y política y la “responsabilidad unitaria”. “La unidad es la clave de nuestra credibilidad. Unidad que no es coro de unanimidades, ni griteríos de disidencia, ni silencio sepulcral”, manifestó. “Quien no lo entienda así, podrá tener carné de frenteamplista pero no es auténticamente frenteamplista”, añadió.

Luego, el ex presidente contó una anécdota que le relató Manuel Flores Mora. En cierta ocasión, Frugoni le dijo a José Batlle y Ordóñez: “Usted nunca va a ser socialista”. Y Batlle y Ordóñez le respondió: “Y usted nunca va a ser gobierno”. “Si hoy estuvieran los dos acá, se darían un gran abrazo porque se habían equivocado los dos”, afirmó Vázquez.

Sostuvo que Uruguay “debe y puede mejorar más en términos de inclusión social y de derechos ciudadanos”. “Más igualdad, no sólo en términos de posibilidades sino también de libertades. Acá todos somos libres, se podrá decir con razón. También es cierto que no somos todos igualmente libres”, indicó.

Y luego el ex presidente se refirió a uno de los temas con mayor presencia en la agenda pública: la educación. “Aún son muchos los uruguayos que no pueden acceder a una educación de calidad, y éste es uno de los desafíos que tiene por delante nuestra fuerza política, respaldar la educación de nuestra gente en todo momento y a lo largo de toda la vida”, manifestó.

Vázquez aclaró que no estaba “poniendo las barbas en remojo ante eventuales protestas sociales” porque no tiene “barbas para remojar”, y a continuación afirmó que tiene “la convicción de que es necesario igualar la libertad”. “No sólo hay que redistribuir riqueza, también hay que redistribuir poder”, afirmó. Y ya a modo de cierre, concluyó: “Aún hay mucho para hacer. Lo haremos”.