El conflicto de la educación ya se instaló plenamente en la dirección del PIT-CNT. La semana pasada, el Secretariado Ejecutivo de la central emitió una declaración para respaldar a su actual coordinador, Fernando Pereira.

Su posición como representante de la Federación Uruguaya de Magisterio en el Secretariado había sido puesta en cuestión por la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) de Montevideo, que había pedido que ese cargo fuera rotativo.

El martes, la declaración había sido votada por la mayoría del Secretariado, a excepción de tres integrantes: Beatriz Fajián, Joselo López y Ricardo Cajigas, todos pertenecientes a la lista 41 del PITCNT, que en el último congreso de la central aglutinó a los trabajadores estatales.

Ayer la corriente sindical Articulación cuestionó algunos de los aspectos sobre cómo se viene llevando adelante el conflicto en la educación. Los principales voceros fueron Fernando Gambera (Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay) e Ismael Fuentes (Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicio). Fuentes resaltó que en el conflicto “no se está diciendo toda la verdad por los sindicatos” y recordó que los trabajadores de la Administración Nacional de Educación Pública “ya tienen un convenio firmado”. Si bien dijo que los reclamos “pueden ser justos desde el punto de vista programático”, destacó que para los trabajadores del sector privado, “que no se respeten los convenios firmados será un antecedente complicado”.

Para los que querían

La central sindical siempre pidió gravar los ingresos más altos de la economía. El Consejo de Ministros que sesionó el lunes analizó la posibilidad de elevar la tributación de la franja máxima del IRPF de 25% a 30% como alternativa a la eliminación de la devolución de aportes excedentarios al Fondo Nacional de Salud. El dinero se volcaría a financiar planes sociales. Según publicó El País, el cambio, que gravaría los ingresos mayores a 195.000 pesos, afectaría a 2.200 asalariados. El director de la Dirección General Impositiva, Pablo Ferreri, dijo a la diaria que todavía no fue informado ni consultado por esta idea.

Además, dijo que “partiendo de la justicia del planteo, no vemos correcto el método instalado en el conflicto”. También subrayó que “hay un aislamiento de los trabajadores del conjunto de la población, que rechaza las medidas propuestas por algunas filiales de la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay [CSEU]”. Eso, según advirtió, puede afectar la imagen de la central. Además, dijo que “hay cuestiones de método que están afuera de las tradiciones históricas del PITCNT”. Mencionó, por ejemplo, que a la marcha del viernes la CSEU y el PIT-CNT “acordaron darle una forma determinada y un grupo quiso imponer otras cuestiones”.

Fuentes también declaró que “no es de recibo” que la lista 41 haya “apoyado la gestión” de gremios filiales de la CSEU mediante algunos comunicados de prensa, días después de que el Secretariado del PITCNT respaldara a Pereira. “Cuando hablamos de no injerencia, no es pertinente que se haga un comunicado apoyando la gestión. Es oportunismo político”, sentenció.

Durante la reunión del Secretariado no se profundizó en la discusión porque no asistieron integrantes de la lista 41, a excepción de Martín Pereira, de la Federación de Funcionarios de Salud Pública. No obstante, Cajigas respaldó la decisión de la 41 y dijo que su corriente “apoya el conflicto de los más débiles”, más allá de que “Articulación se enoje o no”. Además, sostuvo que el primer convenio que se rompió fue quebrado por la actual fuerza política de gobierno, en la Intendencia de Montevideo. “¿Aceptamos las modificaciones a la baja del gobierno pero nunca las que son al alza? No es un buen punto”, sostuvo.

Según explicaron otras fuentes del Secretariado, el tema será debatido con mayor profundidad en la próxima Mesa Representativa del PIT-CNT, después de las vacaciones de julio. El Secretariado no emitió una declaración por este tema.