El presidente José Mujica viajó ayer de tarde a Cochabamba, Bolivia, a una reunión urgente de la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) convocada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para desagraviar al presidente boliviano, Evo Morales, luego de que varios países europeos le negaran permiso para aterrizar el avión presidencial boliviano creyendo que en él se trasladaba el espía buscado por la CIA, Edward Snowden.

Al llegar, Mujica declaró que transmitía “un abrazo solidario uruguayo a Bolivia, hacia su gente y tradiciones”. Respecto del episodio, la Cámara de Diputados emitió ayer un comunicado en el que se solidariza con Morales y manifiesta preocupación por el incidente. Según el cuerpo legislativo, la negativa de los gobiernos que impidieron aterrizar al avión presidencial boliviano viola “las normas internacionales de navegación aérea” y resulta “inexplicable”. El comunicado está dirigido a la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia, al Ministerio de Relaciones Exteriores, a la Organización de Estados Americanos, a la Organización de Naciones Unidas, a la Unasur y a la Unión Europea.