La producción no puede detenerse porque los dos hornos -que comenzaron a quemar gas hace 28 días- tienen que permanecer prendidos y cociendo cerámica. Si no, se rompen. Sin embargo, sobre el mediodía del sábado se detuvieron algunas tareas no esenciales y varios trabajadores cerámicos se sumaron a los delegados de las otras empresas autogestionadas de la ANERT para participar en la asamblea. Había representantes de Uruven (curtiembre), Envidrio, Funsacoop (caucho), Cotrapay (ex Paylana), Profuncoop (alumbrado), Pressur (imprenta), Cotraydi (maquinaria industrial), Comereptra (cerraduras y microgarrafas), Cooperativa Molino Santa Rosa, Cooperativa Molino Caorsi, Copima (textil), Urutranfor (transformadores), Cooperativa Victoria (limpieza), Cooperativa La Serrana (chacinados), Cooperativa El Águila (curtiembre), Cooperativa la diaria (medios de comunicación), entre otras.

La asamblea se inició con un breve acto en el que hablaron el presidente de CTC, Jorge González; el secretario general de ANERT, Daniel Placeres (Envidrio); el presidente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, Faustino Rodríguez; el presidente de la Junta de Dirección del Fondes, Pedro Buonomo; y el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker.

Placeres presentó los temas de la reunión e informó sobre la visita a las distintas unidades productivas de asesores pertenecientes al grupo cooperativo Mondragón del País Vasco, un conglomerado nacido en 1956 y que aglutina a más de 100 empresas en distintos rubros económicos. Destacó de esta experiencia su permanencia en el tiempo a partir de “saber apretarse el cinturón” en tiempos de crisis y aprovechar “con inteligencia” los recursos en “épocas de bonanza”. Placeres señaló que la denominación de “recuperadas” puede llevar a malinterpretar los objetivos de la ANERT y del Fondes, porque no solamente “se apunta a unidades en las que fracasaron las patronales”. “Los trabajadores también son capaces de crear unidades productivas desde cero” y hay que “extender ese ejemplo”, agregó.

Buonomo señaló la importancia de transformar al Fondes en una ley, ya que lo que se legisló fue la carta orgánica del Banco República (BROU), donde se establece que el Poder Ejecutivo podrá requerir de “hasta 30%” de las utilidades con destino al apoyo financiero de proyectos productivos viables y sustentables, normativa que habilitó la creación del Fondes por decreto. Pero “un decreto se sustituye con otro. Una ley es más difícil”, explicó Buonomo.

A cortar la torta

Por su parte, Olesker dijo que las empresas autogestionadas son herramientas para “distribuir la riqueza” y permiten un agregado de valor que genera “empleo y mejor salario”. Agregó que hay “valor agregado”, por ejemplo en el sector agropecuario, que no genera tanto empleo como las inversiones en la industria y los servicios. El ministro recordó que un estudio de la Universidad de la República demostró que la visión de que las cooperativas “se funden” más que las pequeñas empresas es “un mito”, destacó la importancia del Fondes y opinó que habría que requerir 30% y no “hasta 30%” de las utilidades del BROU para apoyar los emprendimientos autogestionados. “Yo le sacaría la palabra ‘hasta’ porque ‘hasta 30%’ puede ser también igual a cero”, advirtió.

La asamblea finalizó resolviendo la creación de cuatro comisiones de trabajo a partir de los temas que fueron abordados. Uno de los grupos debatirá sobre la creación de una ley para el Fondes y de un instituto de autogestión, tomando como referencia otros instrumentos de este tipo existentes en la institucionalidad del país, en los que hay representantes del Poder Ejecutivo, pero también de los involucrados, como el Instituto Nacional del Cooperativismo u otros. La segunda comisión trabajará sobre el tema de las compras públicas, para promover normas -como existen en otros países- que obliguen al Estado a adquirir cierto porcentaje de sus compras a empresas autogestionadas. Otro grupo debatirá sobre la necesidad de generar regulación en política comercial y competencia, mientras que el último discutirá sobre la necesidad de generar un fideicomiso energético hasta que se establezcan modificaciones sustanciales en la matriz energética.

Se resolvió también organizar la III asamblea nacional para el 7 de setiembre en Cotrapay, departamento de Paysandú, y hacer un acto público en octubre, en la plaza 1° de Mayo, al que serán invitadas otras organizaciones sociales.