Tras las complicaciones en la Cámara de Diputados para aprobar el proyecto de regulación del mercado del cannabis, todo hace pensar que la votación en la Cámara de Senadores será mucho más fácil. El único senador que había planteado reparos con el proyecto de autocultivo de marihuana que circulaba en 2011, Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista), despejó ayer todas las dudas. “Lo voy a votar. La lucha contra las drogas ha fracasado estrepitosamente”, dijo a la diaria.
En la misma línea, el senador Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) vaticinó que no habrá “grandes problemas” en el Senado para aprobar el proyecto con los votos del oficialismo, y que el tema “se va a resolver adecuadamente”. “El Uruguay va a estar en la avanzada del mundo en esta materia, es un tema capital”, aseguró.
La única interrogante, que será resuelta en la bancada de senadores del Frente Amplio (FA) la semana que viene, es a qué comisión ingresará el proyecto, que fue tratado por un cuerpo especial de “Drogas y Adicciones en la cámara baja”. Mientras que Rubio supuso que una posibilidad podría ser unir la Comisión de Constitución y Legislación con la de Salud Pública, Nin también conjeturó que podría hacerse en la de Población, Desarrollo e Inclusión.
También está claro que, como ocurrió en Diputados, la oposición no votará la iniciativa. El senador Alfredo Solari (Vamos Uruguay), que participó hace una semana en un acto del Movimiento Cannábico Batllista, aclaró: “Simplemente me invitaron a que asistiera para escuchar, y la condición fue que no me hicieran hablar”.
Para Solari, la presentación que allí se hizo (en defensa del proyecto de ley), fue “un poco sesgada en una serie de aspectos”. El senador colorado no tiene una postura formal sobre el tema, pero “como buen salubrista, primero que nada pongo la salud de la gente, y desde ese punto de vista creo que no es un buen proyecto, no es lo que la sociedad uruguaya necesita en este momento”.
Pero por más que el proyecto se apruebe, es probable que el FA tenga que seguir defendiéndolo fuera del Palacio Legislativo. El miércoles, los legisladores Richard Sander (Partido Colorado) y Gustavo Borsari (Partido Nacional) anunciaron que juntarán firmas para convocar un referéndum que derogue la norma.
Eventualmente Darío Pérez (Liga Federal Frenteamplista, LFF) podría tener una actitud parecida. El miércoles, a pesar de haber dado su voto para que pudiese ser aprobado, Pérez manifestó que este proyecto “es un típico tema para ser zanjado por el pueblo oriental”. Ayer declaró en Radio Uruguay: “Soy un ciudadano libre para decidir qué hago, pero mi adhesión dependerá del planteo. Si hay una instancia de convocatoria, dependiendo de las condiciones en que se dé, podré firmar o no”.
A pesar de eso, el delegado de la LFF en la Mesa Política del FA, José Maldonado, aclaró que el diputado del sector no pretende derogar toda la norma y quiere conservar aspectos de salud sanitaria, educación y hasta el autocultivo del cannabis, al que Pérez no se opone. “[Pérez] no sería promotor de esto sino que simplemente se acoplaría, y tampoco buscaría derogar totalmente la norma”, expresó Maldonado.
El que manda
Ayer el presidente José Mujica volvió a referirse al tema en su audición radial de M24. El mandatario anunció que se estudiará “canjear” algunos “aranceles” (al pago por uso de espectro, que abarcaría a todos los canales nacionales) que se establecen en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para “sostener campañas contra las adicciones en general, que sean monitoreadas por un equipo de Salud Pública”. Esta campaña, dijo, “será permanente, no para un mes, sino para toda la vida”.
También se refirió a la opinión pública, citando a la encuesta que Cifra dio a conocer esta semana, en la que 63% de la población rechaza la legalización del comercio de cannabis: “Queríamos que la mayoría de la población entendiera esta batalla para acompañarnos, porque precisamos la ayuda de nuestro pueblo. La gravedad del problema es enorme, pero éste es un país de muchísima gente veterana y sana que tiene miedo ante esta plaga, y entonces dice ‘no, esto es peligroso’”. Además, sostuvo que “está explotada la ceguera electoral, ante un problema que la gente no entiende. Nadie pretende educar, construir, sino sacar partido del miedo de la gente”.