La agenda de derechos que se discutirá desde hoy y hasta el jueves en la conferencia organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) incluye múltiples temas. Políticas de población, derechos de niños y adolescentes, derechos sexuales y reproductivos y derechos de las mujeres en general, derechos de los migrantes y de los pueblos indígenas, y combate a la discriminación racial, entre otros. La actividad se realiza en la sala de conferencias del hotel Radisson (ver http://ladiaria.com.uy/ACTX).

En esta instancia se revisará el denominado Programa de Acción de El Cairo, suscrito en una conferencia de la ONU en 1994, que definió objetivos y metas para los países en materia de población y desarrollo. Entre otros, figuraban el crecimiento económico sostenido en el marco del desarrollo sostenible; la educación, sobre todo de las niñas; la igualdad entre los sexos; la reducción de la mortalidad neonatal, infantil y materna; y el acceso universal a servicios de salud reproductiva, en particular de planificación de la familia y de salud sexual.

Desde aquel año hubo avances, por ejemplo en materia de reducción de la pobreza, que representaba 48,8% de la población de los países latinoamericanos y caribeños en 1990 y en 2012 representó bajó a 28,8%. No obstante, la cantidad de niños pobres creció en 2012 respecto de 1990, advirtió ayer durante la apertura de la conferencia la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

“Estos temas son como el viento, que es viejo y sigue soplando”, comenzó su reflexión Mujica, seguido por la atenta mirada de las delegaciones de los países de la ONU. Consideró que vivimos en “una civilización invasiva, con los mismos valores por todas partes”, en la que reina “una especie de desgobierno”. “No es el tiempo de los sueños fáciles, cuando creíamos que el cambio estaba a la vuelta de la esquina”, afirmó, y opinó que estamos en un tiempo en el que “cuesta mucho tener ilusiones”. “Por eso nuestra gente joven demanda presupuesto del Estado. Está buscando una especie de Estado paternalista, porque los padres verdaderos no pueden dar respuesta”, interpretó.

Dijo que en estos tiempos cada persona tiene que ser “un gigantesco comprador”, porque lo contrario sería “el fracaso de las facultades de Economía”. Opinó que la felicidad “no puede estar muy lejana a la libertad”, y que la libertad “es tener tiempo para vivir”.

Su discurso fue aplaudido en varias instancias por la concurrencia. Cuando concluyó, el presentador ensayó una excusa para la retirada de Mujica. “Por razones de agenda, el presidente...”, comenzó. “Me voy a quedar a escuchar, ¿eh?”, lo interrumpió Mujica, despertando risas y aplausos en el auditorio.

Los representantes de la CEPAL y la ONU enumeraron los temas de conversación de la conferencia y le dedicaron varios fragmentos elogiosos a Uruguay y a su gobierno. Destacaron la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el establecimiento de una cuota en cargos públicos para los afrodescendientes y la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario.

“Quiero felicitar al gobierno de Uruguay y al pueblo de Uruguay por el ejemplo que dan a América Latina y al Caribe en estas materias”, resaltó Bárcena. Opinó que la despenalización del aborto representa “un paso hacia la protección de la vida de las mujeres”. Más temprano, durante el Foro Regional de Juventud, Bárcena había calificado al gobierno uruguayo como “uno de los más progresistas de la región”. Consideró que nuestro país “enseña el camino” en conectividad, en derechos (matrimonio igualitario y despenalización del aborto) y en economía de cuidados.

“Nunca conocí un presidente como Mujica”, comenzó, en tanto, Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de la ONU. Dijo que la cuota para afrodescendientes es “un ejemplo de progreso social y es una inspiración para los países en desarrollo”.

Almagro, el último orador de la sesión inaugural, llamó a “avanzar más en los principios de El Cairo”, con concepciones “alejadas de políticas demográficas y centradas en los niños, adolescentes y jóvenes”, y en “los derechos de las mujeres”. En medio de aplausos, el canciller culminó su discurso exclamando “aborto legal, seguro y gratuito”. En el fondo se desplegaron dos carteles verdes con la consigna “Nuestro cuerpo. Nuestro territorio” y la reunión se disolvió tácitamente, al estilo de un acto político.