"Hay que votar leyes más duras, porque eso de entrar y salir no sirve"; "si el niño hizo una macana, la paga el padre, hay que ir por ese lado”. El tema que discutían los vecinos antes de que empezara a hablar Lorenzo era ése. También estaban los que defendían la necesidad de recuperar los espacios públicos y los que sostenían que bajar la edad de imputabilidad “no sirve para nada”. El ministro de Economía, que escuchó con atención el intercambio, no centró su discurso en el tema de la seguridad. Pero hizo una advertencia al pasar. Dijo que la seguridad “no es un tema nuevo” y que lo que varía es la gravedad con la que la sociedad lo evalúa. Afirmó que la propuesta de bajar la edad de imputabilidad “es tan sencilla, tan fácilmente transmitible, que cuando uno está angustiado y quiere una respuesta, esa idea tiene espacio”. “Tenemos que ganar la batalla con nuestro enfoque. Lo peor que nos puede pasar es pensar que es nuestro enfoque lo que no nos deja resolver el problema, porque ésa es la derrota de la ideas”, manifestó.

Lorenzo comenzó su exposición destacando el valor de “la asamblea y la reunión colectiva, en un mundo donde tantas cosas se vuelven impersonales”. En términos económicos, aseguró que están claras las diferencias entre izquierda y derecha. “La derecha tiene respuestas mucho más simples, que las cosas son como tienen que ser. No son injustos por conformación humana. Están seguros de que el normal funcionamiento de la sociedad tarde o temprano termina en un paraíso, minimizan el papel de lo colectivo”, indicó. Destacó que si bien otros países de América Latina han tenido mejores desempeños en materia de crecimiento económico que Uruguay, “nadie nos ha ganado en materia de justicia distributiva”.

No obstante, sostuvo que las diferencias ideológicas con la derecha “son mucho más importantes en el terreno del ejercicio efectivo de los derechos de las personas que en el terreno económico”. “Yo tengo mucho miedo a veces de que nos volvamos demasiado economicistas y materialistas. No puede ser que si eliminamos la pobreza extrema ya nos quedamos sin agenda. Más allá de los temas de justicia en lo económico, la izquierda está llamada a jugar un cambio en problemas de sociedad”, manifestó. Consideró que “las mayorías de este país son sensibles y están ubicadas cerca de nuestro pensamiento”.

Para adentro

El jerarca también se refirió a la situación de la educación y los reclamos de los docentes de mayor presupuesto. Destacó el presupuesto que se le otorgó a la educación durante los gobiernos del FA, que era “la plataforma número uno”, y que hoy permite a los referentes políticos pedir resultados. Sin embargo, afirmó que personalmente nunca respondería a un reclamo de mayor presupuesto con una exigencia de resultados. “Cuando los trabajadores aspiran legítimamente a un mayor presupuesto, la respuesta es que no hay condiciones hoy. Nosotros también creemos que hay que jerarquizarlos más”, aseguró. En este terreno también criticó a la oposición. “Hay algunos que en estos últimos días se tratan de poner ropas ajenas y de darnos clase de cómo se prioriza la educación en Uruguay, y cuando tuvieron la opción de darle jerarquía a la educación faltaron a la cita”, sostuvo.

Por otra parte, se refirió al rechazo de un sector de la población a la minería de gran porte. Opinó que hay preocupaciones ambientales “de izquierda y de derecha”. “Cuidado con volvernos meramente conservacionistas y olvidarnos del hombre viviendo en sociedad. La mera actitud conservacionista no pertenece al progresismo”, consideró.

Finalmente, se refirió al sistema tributario de cara a un eventual tercer gobierno del FA y defendió el Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF). “Este país era una vergüenza, había colectivos de nuestra sociedad que vivían muy confortablemente y contribuían cero”, manifestó. Se mostró contrario a subir el mínimo no imponible del impuesto porque evaluó que sería “degradarlo”, y aseguró que no se sentiría muy “confortable” impulsando una medida de ese tipo. Recordó que sólo 30% de las personas tributa IRPF.

Ante la pregunta de un militante respecto de si es posible gravar más al sector del agro -frente a propuestas que surgieron de algunos sectores del FA-, Lorenzo evaluó que el actual sistema, “con sabiduría”, no discrimina entre sector, y que “lo peor que podría hacer el tributarista es pasar señales confusas”. Llamó por otra parte a “no enredarse en discusiones marginales”. “Si nos enredamos en la agenda chica, creemos que hay grandes diferencias ideológicas, cuando no las hay. Acá la gran diferencia ideológica fue el IRPF”, remarcó.