La participación en el Congreso de Educación que comenzará en setiembre (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2013/8/sera-en-primavera/) también dividió las aguas en el espectro político, al punto de que sólo han participado en las instancias preparatorias delegados del FA y del PC. El 11 de junio de este año el PI pateó el tablero: emitió una declaración para fundamentar su decisión de no participar en el Congreso Nacional de Educación, en la medida en que su realización “no responde a la gravísima situación que vive nuestra educación nacional”.

“Por el contrario, este ámbito promueve las tendencias más negativas que han caracterizado a los bloqueos de nuestro sistema educativo, en la medida que los reflejos corporativos son una de las causas más relevantes de la incapacidad para cambiar la educación”, concluyeron. El PI participó en el primer congreso, pero evaluó que en esa instancia primaron “las presiones políticas y sectoriales”, los conflictos en la interna del gobierno, el “desprecio” por las voces no alineadas con las posturas oficiales, el “desconocimiento” del saber técnico y la sustitución de la participación genuina por “la incorporación de sectores encuadrados en las orientaciones del gobierno”.

“Nada asegura que esta situación no se repita, con el agravante de varios años de fracaso en las políticas de educación y su secuela de frustración y resentimiento”, señalaron desde el PI. Poco después, el 1º de julio, los blancos tomaron el mismo camino. El Honorable Directorio del Partido Nacional concluía en aquel momento que no estaban dadas las condiciones para un “debate sereno y sustantivo” en el Congreso de Educación, entre otras cosas por la “conflictividad creciente, la ocupación de escuelas y liceos y los paros generalizados”. El PN entendió que esta convocatoria “no cumplirá el rol de un gran congreso educativo nacional y declara que no participará del mismo”.