Luego de varias idas y venidas, la bancada del Frente Amplio cerró ayer un acuerdo final sobre las modificaciones al proyecto de ley de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (Caja Militar). Hoy la iniciativa se votará en el plenario de la Cámara de Diputados y el oficialismo tiene asegurados los votos necesarios para que sea aprobada.

El diputado Alfredo Asti, de Asamblea Uruguay, dijo a la diaria que en la bancada resolvieron aceptar lo dispuesto por el Poder Ejecutivo porque tuvo “más peso mantener la unidad”. “No podemos negar que el peso del Poder Ejecutivo fue fundamental, no podíamos seguir discutiendo infinitamente y eso nos motivó a aceptar que no se disminuyan los topes jubilatorios”, explicó. En su opinión, sin embargo, lo ideal habría sido “votar el proyecto como vino del Senado”, porque “todo lo demás no es conveniente”, pero su sector “decidió priorizar la unidad de acción”.

El Ejecutivo transmitió este martes a los legisladores oficialistas que aceptaba la mayoría de las modificaciones propuestas por la bancada a raíz de las negociaciones con el diputado de la Liga Federal (LF), Darío Pérez, salvo la rebaja de los topes jubilatorios de 110.000 a 101.000 pesos –punto propuesto por algunos sectores oficialistas– a modo de contrapeso para las cambios logrados por Pérez, todos ellos favorables a los beneficiarios de la caja. Los cambios aceptados fueron que el régimen de transición se aplique a los militares con 15 años de servicio y, en el caso del personal subalterno, sólo a los que tienen cinco o menos años de actividad; que el haber de retiro por incapacidad completa producida en actos de servicio sea de 100% del haber básico, y de 65% en los demás casos; y que los militares que al alcanzar la edad de retiro obligatorio no han sumado los años mínimos requeridos para jubilarse puedan seguir en funciones hasta configurar una causal jubilatoria.

El sector Ir, la lista 6009 y el Movimiento Integración Frenteamplista solicitaron, sin éxito, libertad de acción a la bancada para no acompañar los puntos propuestos por Pérez. Alejandro Zavala, diputado de Ir, dijo a la diaria que la posición adoptada por la bancada los “excluye”. “Nosotros habíamos aceptado lo resuelto por el grupo bicameral, después aceptamos el acuerdo 2.0, que surgió de la negociación con Darío Pérez, pero ahora quedamos por fuera del acuerdo”, ya que no se contempló la propuesta de bajar los topes, sostuvo. En su opinión, se “prefirió mandatarnos a nosotros que a Darío Pérez”.

El coordinador de bancada, Felipe Carballo, sostuvo que en el corto plazo de un mes se generaron todos los “espacios habidos y por haber para que todos los compañeros fueran contemplados”. Subrayó que a veces se demora “en llegar a determinadas síntesis”, pero que “el Frente Amplio ha hecho todo el recorrido para llegar a una iniciativa consensuada”. Lo que faltaba, dijo, era el visto bueno del Poder Ejecutivo. “Hubo compañeros que pidieron libertad de acción, pero se resolvió mandatar a todos los legisladores para que voten el proyecto en general y en particular. No queda duda de que todos los legisladores quieren avanzar sobre el tema de la reforma, y tampoco quedan dudas sobre las diferentes opiniones e ideas que teníamos sobre el tema”, aseguró.