La bancada de diputados del Frente Amplio decidió esta mañana respaldar el proyecto aprobado por el Consejo de Ministros para modificar el Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, conocido como Caja Militar. En la reunión, se decidió mandatar a todos los diputados a votar a favor del texto, aunque algunos sectores plantearán sus discrepancias con éste durante la sesión.

Sectores como IR y la 6009 reclamaban que se bajaran los topes jubilatorios de los altos cargos de 110.000 a 101.000 pesos, algo que no fue aceptado por el Ejecutivo. Estos sectores, el Partido Comunista, el Partido por la Victoria del Pueblo y la Liga Federal pidieron en la reunión libertad para votar en contra del proyecto, algo que fue rechazado en votación por la mayoría, informó el coordinador de la bancada, Felipe Caraballo, a Radio Uruguay.

El Poder Ejecutivo confirmó ayer oficialmente lo que ya le había transmitido la semana pasada a la bancada oficialista: no aceptará la última reducción propuesta para los topes jubilatorios de los militares, surgida de la negociación interna del Frente Amplio (FA) en la Cámara de Representantes, a partir de las discrepancias planteadas por Darío Pérez.

En una conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, el prosecretario de Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, enumeró los últimos cambios introducidos al proyecto que el gobierno sí acepta, todos ellos favorables a los militares, con base en los reclamos de Darío Pérez. El Ejecutivo dio el visto bueno a limitar la aplicación del nuevo régimen a los nuevos ingresos y a quienes tengan hasta cinco años de actividad en el caso del personal subalterno; a fijar el haber de retiro en 100% del haber básico en casos de incapacidad completa sobrevenida en un acto de servicio y en 65% en el resto de los casos; y a permitir que los funcionarios (y en particular los profesionales, médicos y abogados) puedan seguir desempeñando sus funciones en caso de que lleguen a la edad de retiro obligatorio sin haber computado la cantidad de años de servicio requeridos para el retiro, hasta completar esa cantidad exigida. “Estas son las únicas tres modificaciones que el Poder Ejecutivo considera que se pueden aceptar”, remarcó Roballo.

El prosecretario consideró que con estos cambios “se va a sancionar la ley”, e insistió en que el Ejecutivo considera una “necesidad imprescindible” que la iniciativa se apruebe. También afirmó que el Ejecutivo mostró capacidad de diálogo y “flexibilidad”, y que aceptó “un número importante de modificaciones”. Reconoció que la propuesta final puede “no dejar conformes 100% a todas las partes”, pero sostuvo que “constituye la reforma a un sistema de retiros y pensiones que todos coincidimos que debe hacerse”. “El proceso termina positivamente en ese sentido, y tenemos un porcentaje muy alto de acuerdo, que va a terminar con la definitiva sanción del proyecto de ley”, aseguró.

El planteo de bajar el monto máximo de las jubilaciones de 110.000 a 101.008 pesos surgió como una propuesta de algunos sectores frenteamplistas, a modo de contrapeso para aceptar los requisitos –todos favorables a los beneficiarios de la Caja Militar– que formuló Pérez para dar su voto a la iniciativa, lo que permite su aprobación. Consultado acerca de las razones por las que el Ejecutivo rechaza la rebaja de los topes jubilatorios, Roballo evitó responder y destacó que la propuesta del gobierno es “muy aceptable”.

Juan Andrés Roballo y Miguel Ángel Toma en la conferencia de prensa luego del Consejo de Ministros.

Juan Andrés Roballo y Miguel Ángel Toma en la conferencia de prensa luego del Consejo de Ministros.

Foto: Patricia Bueno Fregenal

El jueves, en conferencia de prensa, el coordinador de la bancada del FA en Diputados, Felipe Caraballo (lista 711), dijo que aguardarían la respuesta del Ejecutivo. “Está en el espíritu de cada uno de nosotros que esta reforma sea aprobada”, manifestó.

Los sectores frenteamplistas esperaban hasta último momento un visto bueno del presidente Tabaré Vázquez al acuerdo logrado entre los legisladores, pero esto finalmente no se concretó.

Caraballo dijo ayer a la diaria que desde la coordinación de la bancada se hicieron todos los esfuerzos para obtener el voto 50 que posibilitara una reforma de la Caja Militar, y que se consultó al Poder Ejecutivo no sólo por “una cuestión de orden”, sino también “por gentileza”. Señaló también que el presidente Vázquez les “ha dado todos los fundamentos, habidos y por haber sobre cada una de las propuestas”, y consideró necesario “resolver definitivamente este tema, no sólo por una cuestión de convencimiento, sino también porque los plazos apremian”. La reforma debe votarse antes del 26 de octubre, un año antes de las próximas elecciones nacionales.

El diputado Carlos Coitiño, del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), dijo a la diaria que la respuesta del Ejecutivo fue “absolutamente opuesta” a lo que la bancada esperaba. No quiso adelantar qué postura adoptará su sector, pero recordó que el PVP pensó desde un inicio que el proyecto inicial enviado por el Ejecutivo “era de una generosidad” que no resolvía el problema del déficit de la Caja Militar. “De todas maneras, nuestra posición siempre fue intentar colaborar con un tema tan importante”, indicó.

Para su par Alfredo Asti (Asamblea Uruguay), la reforma es “absolutamente necesaria, siempre y cuando sea positiva para los intereses del país”. En ese sentido, acotó: “Algunas de las modificaciones que se han introducido en esta última etapa para nosotros no son convenientes. De alguna manera, el tema de los topes venía a compensar algunas cosas que postergaban los efectos de la reforma, y al no lograrse eso, habrá que evaluar”. De todos modos, aclaró que su sector siempre defendió “fuertemente la unidad de acción, no sólo de la bancada actuando independientemente, sino con el Poder Ejecutivo”. Si este “ha manifestado lo que ha manifestado, tenemos un elemento que debemos considerar; creo que eso es importante”, afirmó Asti.