Luego de casi dos años de trabajo como presidente de la comisión de la Cámara de Representantes que investigó el espionaje militar y policial en democracia, el diputado comunista Gerardo Núñez publicó el libro Espías de la democracia, “la red de la impunidad” con la editorial Fin de Siglo. La obra tuvo su presentación oficial el sábado de tarde en la 41ª Feria Internacional del Libro. Azucena Berrutti, ex ministra de Defensa Nacional (2005-2008), fue la encargada de abrir el evento. Expresó su reconocimiento por la investigación del espionaje realizada desde el Parlamento y afirmó que, si bien “aún no ha terminado”, cumple una “etapa significativa” con la publicación del libro de Núñez, “que ordena el relato y nos ayuda a interpretar y entender mejor los sucesos”.

Por su parte, el diputado frenteamplista Luis Puig –impulsor de la creación de la investigadora y también integrante de esta– subrayó que el libro recobra “una parte fundamental de la memoria reciente de nuestro país”. “La existencia del espionaje militar y policial en democracia era un secreto a voces, pero al mismo tiempo existía la muy arraigada convicción de que a los servicios de inteligencia no se los investigaba. Claramente, la gente decía: ‘A los milicos no los investiga nadie. Han gozado de impunidad permanente, y esta investigación va a quedar trunca’. Pero fue un buen mensaje del sistema político que se votase por unanimidad instalar la comisión investigadora”, opinó Puig. Agregó que el espionaje en democracia es “hijo de la impunidad” y se desarrolló “para asegurar la impunidad”.

El diputado subrayó que el libro analiza cómo desde la estructura de mando de las Fuerzas Armadas “se dieron las órdenes para llevar adelante el espionaje en democracia”, a diferencia de lo que manifestaron algunos integrantes de los servicios de inteligencia ante la comisión, quienes sostuvieron “que en realidad era por inercia”. “Lo que encontramos en los documentos [del ‘archivo Berrutti’, llamado así porque se halló cuando ella era ministra] son órdenes muy claras y precisas, que establecían que las organizaciones que habían sido amnistiadas en marzo de 1985 seguían siendo subversivas y había que investigarlas”, agregó Puig. Además, destacó que los servicios de inteligencia militar tenían “una especial preocupación” por todo lo que tuviera relación con “denuncias en materia de derechos humanos”.

Por último, Puig recordó que el ex presidente Julio María Sanguinetti fue convocado por la comisión, y que al comparecer ante ella, consultado sobre el motivo de la designación del militar Eduardo Ferro como jefe de inteligencia de su primer gobierno, dijo que él “no podía prejuzgar”. “Sin embargo, lo nombró en 1985, y desde 1978 se sabía que Ferro había sido el principal protagonista del secuestro de Lilián Celiberti, sus hijos y Universindo Rodríguez, en Brasil. Salió publicada su fotografía con su nombre en toda la prensa internacional”, finalizó el legislador.

Foto del artículo 'Gerardo Núñez publicó un libro en el que afirma que Sanguinetti es “el padre de la impunidad”'

A su vez, la historiadora Isabel Wschebor, autora del prólogo del libro de Núñez, explicó que los archivos siempre son producto de relaciones de poder, en las que hay fuerzas que quieren visibilizar ciertos aspectos y ocultar otros. En ese marco, “poder hacer trabajos sistemáticos nos ayuda a desacralizar este tema y a trabajar con los archivos a pesar de esas situaciones”, señaló. Wschebor destacó que el libro aborda el período de la transición democrática, que “se conoce poco” y “prácticamente no se estudia en los liceos”. Además, apuntó que se trata de una obra interesante y útil para “entender el sanguinettismo”.

A propósito de Sanguinetti, Núñez recordó en la presentación que ante la comisión investigadora el ex presidente aceptó que hubo espionaje en democracia, “pero lo justificó con la teoría de los dos demonios, que fue la que justificó el golpe de Estado y el terrorismo de Estado”. Por último, el diputado comunista dijo que todo el dinero que genere la venta del libro por derechos de autor lo donará a la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, con el propósito de contribuir a la búsqueda y “derrotar esa muralla de la impunidad que algunos quisieron colocar”.

Extracto

En el quinto capítulo del libro, “Los responsables del espionaje y la impunidad”, hay un segmento dedicado al testimonio de Sanguinetti ante la comisión investigadora. “Que Sanguinetti haya tenido que reconocer el espionaje en democracia es una victoria de la verdad, es un triunfo de la realidad sobre la ficción que quisieron mantener, y fue posible como resultado de una lucha superior que evidentemente desborda la temática del espionaje ilegal”, afirma Núñez en el texto, que termina con duras críticas al ex presidente colorado. Sostiene que Sanguinetti escribió “varios libros intentando reconstruir el pasado reciente desde la lógica de la impunidad, forzando la realidad a niveles escandalosos que no resisten la más mínima crítica desde el punto de vista histórico”. “Fue el que negó el espionaje durante casi 30 años, lo negó hasta que las pruebas lo obligaron a admitir la realidad. Ese es Sanguinetti, el padre de la impunidad”, remata.