Se colocó ayer una placa en homenaje al contralmirante Óscar Lebel, que siendo capitán de navío de la Armada Nacional, el 27 de junio de 1973, día del golpe de Estado, colocó en su casa, ubicada en La Gazeta 1206 esquina 26 de Marzo, un cartel que decía: “Soy el capitán de navío Óscar Lebel. Abajo la dictadura”, con la bandera uruguaya de un lado y la de Artigas del otro, y esperó uniformado y armado a que lo fueran a detener. Era un militar defensor de la Constitución, que había votado en 1971 al Frente Amplio y tenía contacto con el general Liber Seregni. Estuvo en prisión hasta 1977, año en que fue liberado y pasado a retiro obligatorio y debió acudir a trabajar en la marina mercante, lo que aprovechó para servir de mensajero entre los dirigentes del Partido Nacional Carlos Julio Pereyra, que estaba proscripto en Uruguay, y Wilson Ferreira Aldunate, exiliado en Inglaterra. En 2001, ya retirado, fue ascendido al grado de contraalmirante. Publicó varios libros: El viejo Günter. Entre la tierra y el mar (2001), El cocinero del rey (2002), ANCAP. Una visión geopolítica del Uruguay en el mundo del petróleo (2003), La muerte del lobo (2008) y Biografía de un hombre que perdió el miedo (2010).

Oscar Lebel (archivo, abril 2014)

Oscar Lebel (archivo, abril 2014)

Foto: Javier Calvelo

La placa se colocó en el marco de la aplicación de la Ley 18.596, de reparación a las víctimas de la actuación ilegítima del Estado en el período comprendido entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.