Todavía siguen las idas y vueltas dentro del Frente Amplio (FA) en torno al proyecto de ley de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones Militares. También sigue siendo protagonista el diputado Darío Pérez, que se niega a votarlo tal cual está. No obstante, los cambios al texto parecen ser inminentes. El sábado, en Young, se reunió el Secretariado Nacional de la Liga Federal (LF), el sector de Pérez, y resolvió “exhortar y facultar” al diputado a realizar “los máximos esfuerzos para lograr un acuerdo que garantice” la aprobación de la reforma y los cambios propuestos por la LF, “tratando de evitar los perjuicios a los sectores más necesitados de las Fuerzas Armadas [FFAA]”.

José Maldonado, representante de la LF en la Mesa Política del FA, dijo a la diaria que ya hubo contactos con el coordinador de la bancada del FA, el diputado Felipe Carballo, y que están “muy cerca” de llegar a un acuerdo. El punto central en el que hay discrepancia es en los años del régimen de transición: el proyecto establece que afectará a los militares con menos de 15 años de servicio, mientras que Pérez quiere que se baje a cinco para los subalternos y a diez para los oficiales. Maldonado señaló que siguen trabajando para que haya un acercamiento entre ambas propuestas, y que las partes estarían dispuestas a “flexibilizar” sus posturas; es decir, que se establezca un número entre cinco y diez, y entre diez y 15, para subalternos y oficiales, respectivamente. Por último, Maldonado opinó que la reforma de la Caja Militar debió hacerse en el inicio del primer gobierno del FA, en 2005, ya que sus efectos se verán en 15 años, por lo tanto, recién en 2035 “se va a bajar sustancialmente el déficit”. “Si se hubiera hecho hace 13 años, hoy el déficit se habría mitigado notoriamente”, sostuvo.

En cuanto a los años del régimen de transición, el diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, coincide con parte de la postura de Pérez y también con parte del oficialismo: por un lado, está de acuerdo en afectar a los militares de menos de 15 años para los oficiales, pero no para los subalternos –también cree que en ese caso se debe bajar a cinco–. Rubio dijo a la diaria que la modificación para los subalternos no significa “un peso importante económicamente” y que además implica “un acto de justicia básico”, porque si no se tiene eso en cuenta, la reforma es “absolutamente neoliberal”, ya que “va por el recorte sin contemplar las condiciones de la gente”. El legislador sostuvo que ha conversado con delegados del FA y de la LF, y por ahora no hubo ninguna propuesta de modificación que flexibilice las dos posturas. De todas maneras, subrayó que está dispuesto a conversarlo para buscar una solución, “si tienen en cuenta nuestros puntos de vista”.

En comisión

En tanto, el miércoles el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, asistió a la Comisión de Hacienda integrada con Seguridad Social de la Cámara de Diputados. Según consta en la versión taquigráfica, Murro sostuvo que de acuerdo con la información recibida de las FFAA y del Servicio de Retiros y Pensiones Militares, “la asistencia financiera de los últimos 15 años se multiplicó por diez”. “Al año 2005, teníamos una asistencia financiera de unos 65 millones de dólares, y acercándonos al 2020 vamos a estar entre 600 millones y 700 millones de dólares”, sostuvo. El jerarca subrayó que esa cantidad es plata que “paga la población uruguaya y que no podemos destinar a otras cosas que también son importantes”.

A la comisión también asistió Pablo Ferreri, subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, quien subrayó que, actualmente, el déficit de la Caja Militar ronda el 1% del Producto Interno Bruto, “y se espera que en los próximos años supere esa cifra”. “Estamos hablando de una magnitud muy importante, especialmente cuando la comparamos con los déficits de otras cajas, principalmente con el caso del Banco de Previsión Social [BPS], porque, obviamente, la relación de las personas comprendidas es muy diferente”, subrayó Ferreri. Luego destacó que la Caja Militar “solamente cubre 15% de los egresos con recursos propios”. “Esta es la relación más baja de todas las cajas de jubilaciones y pensiones. Rentas Generales pone 85% de los egresos que se generan en esta caja”, agregó.

Por último, Ferreri dijo que un elemento a tener en cuenta para la explicación de ese déficit “es la evolución de activos y pasivos”. “Esa relación es decreciente y es menor que la de otros organismos de seguridad social. Eso explica que el déficit sea creciente”, señaló el jerarca. Además, dijo que otro aspecto para explicar el déficit tiene que ver con que la “pasividad promedio” de la Caja Militar; que “prácticamente duplica la pasividad promedio del BPS” porque es un régimen “que no tiene tope para esas jubilaciones”. Además, detalló que “la tasa de reemplazo en muchos casos supera el 100%” y que “existe la posibilidad de jubilarse con un grado inmediato superior al que se ostenta durante la actividad”.