Ayer, en el marco de la Feria Internacional de Libro de Montevideo, se hizo una mesa temática a raíz del libro La muy fiel y reconquistadora, de Leonardo Haberkon, que tiene como subtitulo “Memorias de la generación que no perdió la democracia, pero luchó por recuperarla”. Uno de los oradores fue el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, quien antes del evento, en rueda de prensa, volvió a ser consultado sobre su precandidatura a la presidencia. Insistió en que no tiene problemas con que se maneje su nombre y negó haber mantenido contactos sobre el tema con dirigentes del Frente Líber Seregni –que aún no se definió, pero se inclina por Martínez–, alegando que pasa “todo el día en los barrios, recorriendo obras y en reuniones en la Intendencia”. Señaló que es claro que varios sectores apoyan su candidatura, y que por otra parte “las encuestas marcan cierto respaldo”, pero acotó que verá qué pasa en el Plenario del Frente Amplio de diciembre, que definirá las postulaciones a las internas de 2019.

El diputado nacionalista Pablo Iturralde dio el puntapié inicial de la charla. Dijo que, como integrante de la generación del 83, se sentía tentado a expresar una contradicción, ya que al decir “¡Qué tiempos lindos que vivimos juntos!” podría interpretarse que estaba “alabando a la dictadura”. Agregó que le enoja que haya gente que piensa que fue una generación “al pedo”, ya que tuvieron “la inteligencia para saber cómo cambiar ese mundo” y no fueron “lo obtusos” que fueron “otros”. “Lo único que les pediría a los jóvenes de hoy, si pudiera, es que logren tener la convivencia y el afecto que nosotros tuvimos entre nosotros en aquel tiempo, pese a las discrepancias; entonces, termino diciendo la contradicción: qué lindos tiempos que vivimos en aquellas épocas”, finalizó el legislador.

Martínez resaltó cómo se vivió la militancia en aquella época, que calificó de “mágica”, ya que “tener un enemigo común tan poderoso del otro lado” los hizo “más fraternos”, dentro de la izquierda y con otros sectores, como “nunca más” pasó. “Me importaba un bledo que fueran demócratas cristianos, comunistas, blancos o colorados: estábamos luchando contra la dictadura. Yo había empezado a militar en setiembre de 1973, y encontrar tantos compañeros fue como tocar el cielo con las manos”, dijo, y subrayó que cuando llegó la democracia, le impactó encontrar un mundo de “lucha de poder”. Antes “había debates pero ante todo había fraternidad, que le daba cierta magia a la actividad política. Quizá el país debería volver a esos entendimientos. Revindico eso y qué bueno que sería poder volver a cuando debatíamos ideas y no mirábamos tanto nuestro sector”, agregó el intendente. Por último, destacó que no fueron una “generación perdida” sino lo contrario, y que tuvieron la valentía “de ganar la calle”.

El senador Pablo Mieres, del Partido Independiente, opinó que aquellos tiempos de lucha por la democracia fueron “fantásticos”, más allá “de la represión y el autoritarismo”. “Éramos jóvenes que le estábamos diciendo a la dictadura que no había podido con nosotros”, subrayó, y explicó que la dictadura apostó a que esa era la generación del “nuevo Uruguay”, pero no lo fue, sino que recuperó la democracia. “Creo que todos, en el fondo, sentimos un gran orgullo de haber formado parte de ese proceso y de ser hoy esa línea de identidad que es la generación del 83”, afirmó Mieres. Por último, opinó que el libro de Haberkorn explica la salida de la dictadura “de manera más real” que los libros La reconquista (del ex presidente Julio María Sanguinetti) y Memorias del calabozo (de Eleuterio Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof). “No salimos conversando por la lucha del pasado, sino por un proceso complejo de movilización, disputa metro a metro, diálogo y lucha en la calle”, finalizó.