El Frente Amplio (FA) aprobó la semana pasada el proyecto de ley de financiamiento de partidos en la comisión especial correspondiente de la Cámara de Diputados. Luego de que el diputado Darío Pérez, de la Liga Federal (LF), anunció que no lo votaría, y ante reparos presentados por la oposición, el oficialismo está dispuesto a analizar en las próximas semanas modificaciones a algunos puntos de esa iniciativa.

El diputado Alejandro Sánchez, del Movimiento de Participación Popular (MPP), adelantó a la diaria que si bien Pérez dijo el viernes en el programa radial No toquen nada, de FM Del Sol, que no acompañaría la iniciativa, esta semana la LF ha transmitido en la interna que votará en general el proyecto, pero que desea que se modifiquen algunos aspectos vinculados con la distribución de la publicidad y con el modo de registrar las finanzas de los partidos. Según Sánchez, “esas cosas se van a poder arreglar”. Hoy habrá una reunión entre parlamentarios para analizar posibles cambios, ya que la idea es aprobar la iniciativa a principios de diciembre.

Uno de los puntos que se revisarán es el referido a la compra de minutos de publicidad. El proyecto establece que el procedimiento se haga por intermedio de la Corte Electoral, pero Sánchez adelantó que se está “trabajando la posibilidad de que la Corte Electoral y los medios de comunicación fijen una tarifa común, los partidos políticos compren los minutos y luego presenten la compra en sus balances”. Otro de los puntos sobre los que hay disposición a rever es el de la distribución de porcentajes de publicidad electoral gratuita en televisión según los votos obtenidos por cada partido en la elección anterior.

El oficialismo también buscará mejorar el artículo que explica cómo funcionarán los mecanismos de contralor de lo dispuesto en la norma, y los topes de dinero que los candidatos pueden aportar a sus propias campañas. Actualmente, ese tope es de 300.000 unidades indexadas para quienes se postulen al Parlamento o a intendencias departamentales. Según Sánchez, se maneja la idea de topes diferentes: por ejemplo, “uno más alto para los candidatos que encabecen la lista y otro para el resto de quienes la integren”.