“Mirá cómo se mueve Pablo Mieres”, dijo el entusiasta animador mientras el senador y candidato del Partido Independiente (PI) danzaba al compás de una cuerda de tambores. El lema “Cambiar se puede” poblaba en forma de pancartas el Platense Patín Club ayer al mediodía, cuando el PI lanzó su campaña electoral. Al calmarse las lonjas, Mieres se ubicó en primera fila, con sus legisladores de un lado (Iván Posada y Daniel Radío) y sus nuevos aliados del otro: los publicistas Esteban Valenti y Selva Andreoli, ex Frente Amplio, el diputado Fernando Amado y José Franzini Batlle, ambos escindidos del Partido Colorado. “Saludo al coraje de todos ellos para construir una opción nueva que sea una alternativa de gobierno”, dijo Mieres al empezar su discurso. Afirmó que estamos viviendo “el final de una época” y que el gobierno del Frente Amplio (FA) “fracasó rotundamente”, porque “todas las promesas que realizó no se cumplieron”, ni en educación, ni en seguridad, ni en la reforma del Estado. El senador destacó que la prueba de ese fracaso es que la “agenda de prioridades” del FA para las elecciones de 2014 es la misma que se verá en 2019.
“Nos duele el Uruguay de hoy, que en algunas cosas es irreconocible. Nos duele que aumentó la brecha de la desigualdad en el acceso a la educación, y la inseguridad creciente que hace que la gente viva sin la calidad de vida que tenía históricamente. Nos duele la pérdida de puestos de trabajo y que muchos jóvenes crean que el camino para salir adelante no es la educación sino otro”, dijo Mieres, y siguió enumerando: “los uruguayos que sufren adicciones y no tienen ningún tipo de respuesta” y también “el horror de las cárceles que lo que menos hacen es rehabilitar”. Por último, subrayó que le duele que todo eso se haya “agravado” bajo un gobierno “que se dice de izquierda”. “Por eso decimos que es imprescindible un cambio político en el país, porque estamos hartos de los acomodos y del clientelismo. Estamos hartos de que usen los dineros públicos para impulsarse en carreras políticas. Parece que no les alcanzó con el caso de ANCAP y [Raúl] Sendic; ahora lo reiteran usando a Antel también como plataforma de lanzamiento”, sostuvo el senador, y puso énfasis en la situación de Sendic, opinando que el FA “no tiene la voluntad” de sancionarlo y que eso es “una vergüenza”. “Pero más vergonzoso todavía es que parece que no lo sancionan porque sabe mucho: tremendo. ¡Basta, por favor, se tienen que ir!”, exclamó Mieres, ganándose así una de las tantas olas de aplausos del mediodía.
El líder de PI también se refirió a la oposición. Sostuvo que no hay una sola sino varias oposiciones, y que no está de acuerdo con los que creen que “hay que juntar a todos” los que están en contra del gobierno como si fueran iguales. “Es importante discutir qué viene en lugar de este gobierno, y nosotros ya conocimos a los partidos tradicionales, conocemos sus vicios, su clientelismo, sus repartos de cargos, y conocimos también sus hechos de corrupción. Es más, sabemos que en algunos gobiernos departamentales hoy siguen ocurriendo irregularidades y que no han aprendido nada. Por eso creemos que somos la mejor opción de cambio. No queremos la restauración, sino un cambio hacia el futuro, y la única opción para un cambio hacia adelante es esta que estamos construyendo hoy”, finalizó.
Después del acto, Amado dijo en una rueda de prensa que se sintió “muy cómodo”, y sostuvo que junto al PI están construyendo “una alternativa de cambio, de izquierda republicana y democrática”. Coincidió en que el FA muestra signos de “agotamiento y de contagio de vicios desde el poder”, y opinó que del otro lado está el bloque liderado por Julio María Sanguinetti y Luis Lacalle Pou, que es la “centroderecha”. En cuanto a la oficialización de la coalición entre el PI, Batllistas Orejanos (Amado), Navegantes (Valenti) y Avanza País (Franzini Batlle), el ex colorado dijo que están demorando porque la idea “no es un acuerdo electoral coyuntural de corto plazo”, sino “una alternativa de mediano y largo plazo”, que se transforme “en una herramienta política de esperanza y construcción de futuro”.
A su vez, Valenti dijo a la prensa que la semana pasada los cuatro grupos culminaron la redacción de un documento “con los principios básicos” del espacio que construyen, y que irán a las elecciones “como el FA en 1971”, es decir, cada sector con una lista y bajo un mismo lema. Además, subrayó que no se fue del FA por diferencias políticas, ya que siempre las hubo en la coalición de izquierda, sino por diferencias “morales” que son “absolutamente insuperables”. “Nosotros no estamos en un partido donde hay corruptos aceptados y negociados, como Sendic y [Leonardo] de León, y unos cuantos más que se salvaron porque la Justicia en este país es absolutamente laxa y le falta coraje”, opinó. Además, dijo que la estructura del FA “es cada día más antidemocrática” y que está manejada por el Partido Comunista y el Movimiento de Participación Popular. Por último, Valenti dijo que no le requiere ningún esfuerzo integrar la nueva coalición, porque en el FA había “diferencias ideológicas mucho más profundas y más serias”, y que sí tendría inconvenientes para integrarla “si hubiera un chorro o si apoyaran a Nicaragua y Venezuela”.