En la última reunión del Consejo de Ministros, que tuvo lugar el lunes, el Poder Ejecutivo reglamentó la Ley de Riego con destino agrario, aprobada hace un año y contra la cual se promovió, sin éxito, un referéndum. Los interesados en “realizar un aprovechamiento privativo de aguas del dominio público” deberán pedir autorización ante los ministerios de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), con un “proyecto de riego” que detalle “los aspectos y alcances de la obra”.
Además, al MGAP le corresponderá generar un “programa de promoción de riego”, que incorporará las “estrategias de fomento y el conjunto de las potenciales obras hidráulicas para riego por cuencas, basados en estudios” que “contemplen los aspectos hidrológicos, ambientales y socioeconómicos”. Los ministerios tendrán “especialmente en cuenta” las líneas planteadas en ese programa al momento de “otorgar y renovar permisos o concesiones”.
Por otro lado, la reglamentación establece que, en los casos en que se suministre agua a terceros, se deberá notificar sobre los contratos realizados con los titulares de predios que serán regados. “La cantidad de tierras beneficiadas, cuya disponibilidad deberá acreditarse, no podrá ser inferior al 50% de la capacidad potencial de riego de la obra hidráulica”, establece el texto. Carlos Colacce, secretario nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, explicó que esta disposición busca que exista una relación entre la “obra hidráulica, que representa determinada cantidad de metros cúbicos de agua”, y la cantidad de hectáreas que se van a regar con ella.
El Ejecutivo elaborará criterios para definir el “caudal ambiental”, o sea el que permita, aguas abajo de una obra, “la protección del ambiente y criterios de manejo ambientalmente adecuados de las obras hidráulicas”. Se otorga al MVOTMA el plazo de un año para establecer las “guías metodológicas para la determinación, aplicación, control y monitoreo de caudales ambientales de las distintas cuencas”. Mientras tanto, se determinará provisoriamente un caudal con 60% de probabilidad de excedencia en cada mes para las obras de embalses, y 80% de probabilidad de excedencia por mes en el caso de tomas de agua.
Colacce dijo que aún no se presentó ningún interesado en participar como operador de riego. “No van a pulular las represas. Hoy tenemos 1.500 represas de riego hechas por particulares, y capaz que no llegamos a tener ni diez represas bajo la sombra de esta ley”, opinó.