“Por más de seis décadas he sido un hijo atento y servicial; no produzco humo ni tiro basura, no he vandalizado parques, plazas ni esculturas. Como persona curiosa, la he recorrido minuciosamente desde un barrio a otro, desde Santiago Vázquez hasta Paso Carrasco, desde el puerto hasta Manga o Melilla. Primero en mi bicicleta, en épocas adolescentes; luego en mi taxi, en el que trabajé con mis hermanos durante un largo tiempo, después en mis propios vehículos, de segunda o tercera mano, hoy a pie o en transporte público”. Así empezó Fernando Cabrera su discurso, luego de ser declarado ciudadano ilustre de Montevideo, ayer de tarde en la Sala Delmira Agustini del Teatro Solís. Es la Junta Departamental de Montevideo (JDM) la que lo distingue, pero su presidenta, Gimena Urta, destacó que el reconocimiento es “de todos los montevideanos que lo respetamos y valoramos su obra, que trasciende las fronteras de Montevideo y Uruguay”.
La sala estaba colmada e incluso había gente parada. Entre los asistentes se encontraban figuras políticas de hoy y de ayer como Danilo Astori y Mariano Arana, y músicos populares como Ruben Rada y Mauricio Ubal. Por supuesto, también estaba el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, quien destacó la “variedad de gente, de la política, de la cultura y de la música” que estaba presente para expresar su cariño y reconocimiento a Cabrera. Agregó que la música del cantautor “es de lo más montevideano que uno pudo haber visto sobre la tierra”.
Cabrera terminó su discurso señalando que no solo conoce Montevideo sino que la vive, con sus virtudes y defectos, que quizá son similares a los suyos. “La vida breve de este país y su capital es quizá la explicación de nuestra común inmadurez”, dijo Cabrera, y le dedicó la distinción a su fallecida madre, que lo llevó a estudiar guitarra cuando apenas tenía seis años, “y no lo había pedido”.