En marzo de 2020, en la Plaza de los Palos, del barrio Borro o Casavalle, se inaugurará una nueva escuela de tiempo completo para unos 300 niños. El edificio, que tendrá 12 salones, 1.800 metros cuadrados, un patio y una cancha con el objetivo de que sea abierta a la comunidad, será el nuevo local de la escuela República Popular China, la 319, que hoy está ubicada en la manzana frente a la plaza Casavalle. El nuevo edificio es un proyecto añorado: se está tramitando desde hace 13 años, y se empezará a construir en las próximas semanas gracias a una donación de alrededor de 2.500.000 dólares del gobierno chino.

“Una escuela siempre es bienvenida en cualquier comunidad. En este barrio, que es uno de los más jóvenes y más pobres, es aun más bienvenida”, comentó a la diaria Federico Mesa, el director de la 319. El maestro dijo que una escuela de tiempo completo es “una necesidad para muchas familias del barrio”, ya que los centros de ese tipo que hay en la zona no dan abasto para la cantidad de población, que además va a crecer, ya que se están construyendo cooperativas de vivienda y hubo realojos recientemente. Mesa señaló que actualmente la escuela tiene unos 470 alumnos en dos turnos, y que cerca de 70% de las familias de los niños dijeron que desean el cambio a tiempo completo. En el viejo local habrá otra escuela, que todavía no se sabe si será, como ahora, de dos turnos o tendrá alguna modalidad de tiempo extendido.

En la mañana de ayer, la Plaza de los Palos se llenó de niños de la 319 y también de las escuelas 178 y 248 y del jardín de infantes 222, todas ubicadas en la misma manzana en Casavalle; además, había niños del colegio Santa Bernardita, que está enfrente a esa manzana. En una urna, los niños y las autoridades depositaron mensajes sobre qué les gustaría para la nueva escuela en 2027. Con todos los papeles dentro, enterraron la urna en la plaza, como forma de inaugurar lo que serán las obras que comenzarán en unos días. “Me gustaría que hubiera clase de danza. Me gustaría un espejo”, escribieron niños de cinco años del jardín de infantes. “Que esta escuela triunfe al enseñar, para que nuestro barrio mejore mucho más y sea valorado y considerado un barrio decente”, expresaron los de la 178. Piero, de la 319, leyó los deseos de los niños de primer año: “Un patio grande con juegos, una casa arriba de un árbol, un castillo para jugar y una tele grande en cada salón”. “Que nos enseñen chino”, pidió Lautaro.

Además de las autoridades del Consejo de Educación Inicial y Primaria, de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y del Programa de Apoyo a la Escuela Pública Uruguaya (PAEPU, que coordina las escuelas de tiempo completo), estaban las autoridades de la Embajada de China en Uruguay y de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional. Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia de la República, destacó que el gobierno chino “apoyó pese a que somos un país de renta media alta” que queda fuera del flujo de este tipo transferencias internacionales, mientras que el consejero económico comercial de la embajada, Zhou Quan, explicó que aunque por lo general su país instrumenta estos acuerdos con la condición de que la obra sea realizada por “una empresa china y con diseño chino”, en este caso, “a pedido del gobierno uruguayo, se hace con una empresa uruguaya”, que será Raúl Clerc.

Zhou también señaló que China le da “mucha importancia a las relaciones diplomáticas con Uruguay” –que este año cumplen 30 años–; recordó que durante el viaje del presidente Tabaré Vázquez en 2016 a su país se pasó a un nivel de “asociación estratégica”, y destacó que Uruguay fue el primer país del Mercosur en firmar un acuerdo de cooperación en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Seda que lleva adelante el país asiático.

Murallas que se abren

El director de la escuela 319 vive en el barrio desde hace ocho años, y comentó que la Embajada de China ha colaborado de diversas maneras, con salidas didácticas, equipos informáticos y otros materiales, y que este año financiaron el viaje de una delegación de alumnos y docentes al país asiático. Ayer de tarde, fueron a la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado a contar su experiencia.

Mesa fue uno de los que viajó, y relató que para los integrantes de la delegación “fue una experiencia trascendente, que amplió muchísimo el horizonte de deseo de los gurises: todos vinieron sabiendo qué quieren estudiar. Eso es muy difícil de lograr en un sexto año, y ellos vinieron diciendo: ‘Yo quiero seguir estudiando’, ‘quiero poder seguir viajando’. Desde ese punto de vista, fue realmente transformadora”. También aseguró que fue muy importante para la comunidad de la escuela, “porque demostró que es posible trascender los muros simbólicos que a veces nos encierran y no nos permiten crecer como personas, como individuos, configurarnos de otra manera”. Por último, destacó la importancia del viaje para la gente del barrio, “que puede vislumbrar otro horizonte posible con estos intercambios que se hacen. Esta es una zona cuya población ha sido golpeada durante muchísimos años, y muy seguido se la estigmatiza y se la ve con ojos que realmente a nosotros nos perturban, nos duelen, pero acá pasan cosas muy buenas. La confirmación de esta escuela es también la dignificación de la comunidad”, opinó.