El miércoles, una mujer trans de 40 años fue agredida por un grupo de hombres, que mientras la golpeaban gritaron: “Ahora sí vas a cobrar la pensión”. El episodio sucedió en Salto y, según supo la diaria, la mujer había recibido amenazas para que abandonara su barrio. Según publicaron varios medios, es auxiliar de enfermería y se trasladó al departamento en busca de empleo, porque en Montevideo no conseguía trabajo. La víctima fue ingresada en el Hospital de Salto, donde fue sometida ayer a una operación, ya que los golpes le provocaron el desprendimiento de un implante mamario. La mujer y su pareja, que también fue agredida, radicaron una denuncia, y según se dijo a este medio, ya habría tres hombres detenidos.

La Coordinadora por la Diversidad de Salto emitió un comunicado repudiando el acto de violencia. “A pocos días de sancionarse la Ley Integral para Personas Trans N° 19.684, tres hombres propinaron una brutal golpiza a una mujer trans”, comienza el texto. “Acá hay odio, y como sociedad tenemos que hacernos cargo. Hacernos cargo de los comentarios, de las burlas, de la indiferencia, de la desinformación, de ver ‘privilegios’ en una ley que nada más busca reparar un poco de tanto odio histórico y brutal, de tanta desigualdad, de tanta injusticia [...]. Ojalá miremos para atrás en unos años y nos avergoncemos de estos hechos, ojalá nos hagamos cargo del odio que sembramos y que hoy pone en riesgo la vida de otra mujer, de las que se llevan la peor parte en esta sociedad heteronormativa y patriarcal”, añade.

Marcela Pini, integrante de la organización Colectiva Unión Trans, dijo a la diaria que durante la discusión del proyecto hubo “discursos desde ciertos sectores” que promovieron el odio, por ejemplo cuando “se habló de privilegios”. “Sin duda hay una relación directa entre los discursos de odio que se instalan en la sociedad y las acciones de algunas personas”, afirmó. Pini señaló que, más allá de este ataque, el cuerpo de la mujer trans es permanentemente violentado, y “el espacio público siempre es un espacio de cierto grado de violencia para la identidad trans, más aun para las mujeres”.

Daniel Márquez, de la Unidad Docente Asistencial (UDA) del hospital Saint Bois, que atiende a personas trans, coincidió en que la violencia contra las mujeres trans es muy frecuente. “Todo el tiempo están recibiendo golpes e insultos; esta fue una más de las situaciones de odio que sufren”, aseveró. Además, opinó que las personas que tienen un rol político público deben cuidar los mensajes que transmiten, y que en torno a esta ley “hubo muchos discursos de odio basados en la desinformación”. En el mismo sentido se expresó la diputada por Salto Manuela Mutti (Frente Amplio, FA). “Sin dudas se instaló un discurso muy fuerte” que decía que la reparación era un beneficio, cuando en verdad corresponde a “los delitos que cometió el Estado a través de la violación y la tortura” en dictadura, explicó. Mutti destacó que una de las legisladoras que más se opuso al proyecto fue la senadora Verónica Alonso, del Partido Nacional (PN), que casualmente estaba ayer en Salto. “Los actores políticos tenemos que cuidar la forma de encarar algunos temas”, dijo la diputada, y comentó que ayer hubo en las redes sociales una “mala intención” de justificar la agresión. “La batalla por los derechos humanos también es discursiva, uno se tiene que hacer cargo de lo que dice”, afirmó, y puso como ejemplo el caso de líderes políticos que piden “mano dura y plomo”, pero después, cuando hay hechos de violencia, se escandalizan con “hipocresía”.