Sobre la educación se discute mucho, pero hasta hoy está abierta la posibilidad de hacerlo con énfasis académico, ya que el Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación organiza sus jornadas de investigación. “Buscamos diferenciar este espacio de los debates políticos y más que nada político-partidarios, que tienen amplia difusión en la prensa en general, muchas veces sin una investigación sustentada teóricamente o con abordajes empíricos, sino con objetivos más que nada electorales, y también lo académico busca diferenciarse de los reportes técnicos de mediciones que el sistema educativo necesariamente tiene que realizar”, explicó Eloísa Bordoli, investigadora y directora del instituto.

Entre ayer y hoy se presentarán 85 ponencias basadas en investigaciones avanzadas o terminadas, tanto del instituto (que tiene 23 grupos de investigación) como de otras facultades, del Consejo de Formación en Educación, de la Administración Nacional de Educación Pública y de universidades de España, Argentina, Brasil, Paraguay y Chile. Los siete ejes temáticos de las jornadas son Educación y aprendizaje, Estudios en docencia, Educación y política, Forma escolar, Pedagogía social y modalidades educativas, Filosofía de la educación e Historia de la educación en el Uruguay del siglo XX.

Además de la presentación de las ponencias, la programación de las jornadas incluye dos mesas redondas. La de ayer apuntó a recuperar el legado de tres docentes del instituto: Marta Demarchi, Enrique Puchet y Luis Behares, y estuvo a cargo de investigadores jóvenes que hicieron dialogar la obra de esos autores con sus investigaciones actuales. La de hoy, en el aulario del Área Social, será sobre “Actualidad del debate en educación”, y participarán Bordoli y Pablo Martinis por el instituto, María Ester Mancebo, de la Facultad de Ciencias Sociales, y Mercedes Collazo, de la Comisión Sectorial de Enseñanza de la Universidad de la República. Desde el ámbito universitario, esta mesa apuntará a “poner el centro en la producción académica, que lo que busca es interrumpir ciertos discursos o lugares comunes que sobre lo educativo se repiten, poner un pienso, una reflexión analítica en torno a esas cuestiones. Pensar la educación desde un lugar más riguroso implica un compromiso ético y político”, afirmó Bordoli, y señaló que también se planteará la interrogante sobre la formación docente, “que hoy todavía sigue peleando por un estatuto universitario”.