Hoy de mañana se reunirán los presidentes del Mercosur en Montevideo, en una cumbre particular. Será la primera reunión mercosuriana del presidente de Paraguay, Mario Abdo, y la última de la administración de Michel Temer. Será, además, un encuentro signado por la incertidumbre, teniendo en cuenta el escepticismo en materia de integración que han expresado tanto el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, como quienes serán sus ministros.
El presidente Tabaré Vázquez dijo ayer, durante el lanzamiento de Rondamomo, en la sede de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay (DAECPU), que el gobierno uruguayo espera “nuevas definiciones” sobre el Mercosur con el cambio de gobierno en Brasil, pero que no sabe “cuáles pueden ser”. En el gobierno hay preocupación por el impacto que podría tener un eventual desmantelamiento total o parcial del Mercosur, impulsado por Brasil.
Ayer en el Edificio Mercosur, durante la reunión del Consejo Mercado Común (CMC) que integran los cancilleres y ministros de Economía del bloque, Uruguay prácticamente no formuló críticas al proceso de integración y, en cambio, hizo una encendida defensa de la herramienta. El canciller Rodolfo Nin Novoa dijo que la integración “no puede concretarse en un día, en un año ni en diez años”, y destacó la necesidad de seguir apostando al Mercosur. Consideró que el proceso de integración atraviesa “un gran momento” y que el Mercosur es “claramente insustituible e inigualable como herramienta de integración en el Cono Sur”. Además, dedicó cuatro de los 21 minutos que duró su exposición a elogiar al canciller de Brasil, Aloysio Nunes; destacó su “templaza”, su “buen humor”, su apertura al diálogo, y lo llamó “amigo”.
También en tren de elogios, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, resaltó que en los últimos tres años el Mercosur ha logrado avanzar en la eliminación de prácticas proteccionistas arancelarias y no arancelarias. “Esto le ha hecho muy bien al bloque en el mejoramiento de la zona de libre comercio y constituye un factor fundamental para que esas economías vayan resolviendo los problemas que las afectan”, sostuvo. Además, destacó la importancia del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) como instrumento que permite contemplar las asimetrías entre los países.
Nin consideró que el semestre en el que Uruguay ejerció la presidencia pro témpore del Mercosur, que ayer se traspasó a Argentina, estuvo “lleno de buenas noticias”. En el plano interno, mencionó, entre otros puntos, que se llevó a cabo la primera revisión del Arancel Externo Común con la aprobación de un conjunto de rebajas para el sector químico; que se creó el grupo ad hoc de micro, pequeñas y medianas empresas del Mercosur y que se trabajó en la reforma y continuidad del Focem.
Más cerca de Rusia
En el plano de las negociaciones comerciales, Nin destacó que ya se cerraron capítulos de los acuerdos con Canadá y con la Asociación Europea de Libre Comercio, y que el Mercosur logró establecer una dinámica de trabajo “largamente reclamada por nuestros sectores exportadores”. Resaltó que se avanzó en el “conocimiento y comprensión” entre los socios. “Eso, que puede parecer tan poco para el observador externo, es lo que nos va a asegurar conversaciones cada vez más dinámicas y breves”, consideró.
Las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE) no lograron avanzar sustantivamente en el semestre; el canciller uruguayo criticó a la UE por no estar dispuesta a solucionar los temas pendientes. En cambio, destacó que después de 14 años se retomaron los contactos con China y que ayer se firmó un memorándum de cooperación económica y comercial con la Unión Euroasiática –integrada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Kazajistán– para profundizar las relaciones comerciales, que crea un mecanismo de diálogo entre las dos regiones. La balanza comercial entre ambas regiones es equilibrada; según datos oficiales del Mercosur, este bloque importa productos por un valor de 3.700 millones de dólares y exporta por un valor de 4.100 millones de dólares. Los productos más vendidos son soja, carne bovina y carne porcina, y los más comprados son cloruro de potasio, fosfato monoamónico, naftas y nitrato de amonio.
El canciller argentino Jorge Faurie se refirió en su exposición ante el CMC a las prioridades de su país para el próximo semestre. Consideró que las negociaciones comerciales del bloque tendrán que poner la mira en el Pacífico, Centroamérica, África y Asia, porque son regiones que “están comenzando a irrumpir con un dinamismo impresionante en el consumo de los productos que nosotros les podemos ofrecer”.