La Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) expresó, por intermedio del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), su consternación por el suicidio ocurrido el jueves 20 en el Centro de Máxima Contención del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA). “Este doloroso episodio es el tercer suicidio ocurrido durante el año 2018 en centros de privación de libertad de adolescentes”, expresó el organismo en un comunicado. Allí también se explica que el MNP ha visitado en forma periódica el CMC [centro de medio camino], y recuerda que este centro fue reabierto en agosto de 2015, prácticamente bajo las mismas condiciones que tiempo atrás habían motivado su cierre. “En efecto, su estructura edilicia comprimida, oscura, escasamente ventilada, y con una fuerte impronta punitiva, lo convierten en un lugar absolutamente inadecuado para albergar adolescentes”, se señala.

El MNP recordó que manifestó en reiteradas ocasiones “su profunda preocupación por las consecuencias negativas que porta este establecimiento para los adolescentes, fundamentalmente en lo que refiere a su salud mental, resultando este uno de los centros donde se produce un mayor número de intentos de autoeliminación”. Luego se agrega que, “si bien todo sistema de encierro vulnera derechos e imprime dolor, esta violencia es especialmente crítica cuando las personas que padecen la privación de libertad se encuentran en pleno proceso de crecimiento y desarrollo”. “El Estado tiene la obligación de proteger la dignidad, el derecho a la vida y la integridad física y psíquica de los y las jóvenes a su cargo, y tomar todas las precauciones para mitigar el impacto lesivo de los sistemas penales sobre las nuevas generaciones”, especifica el MNP.

Ante un nuevo suicidio en este centro y por todo lo antedicho, el MNP “insta a las autoridades del INISA a implementar en el menor tiempo posible las acciones correspondientes para el cierre definitivo del CMC”.

El del jueves fue el sexto suicidio de un adolescente bajo la tutela del Estado en una cárcel de adolescentes desde que comenzó la actual gestión. Tres de estos casos ocurrieron este año. El CMC funciona en Cufré y Bulevar Artigas. Allí están recluidos 16 adolescentes.