Convocadas por el senador Pablo Mieres (Partido Independiente), autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la presidenta de la Comisión Directiva del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), Alex Mazzei, concurrieron ayer a la Comisión de Educación y Cultura del Senado a raíz de la renuncia, a fines de octubre, del director ejecutivo del instituto, Mariano Palamidessi. “Quedamos muy desconformes, no se reconoció nada”, dijo Mieres tras el encuentro, y coincidió con el enfoque de Palamidessi al apuntar que el instituto tiene “problemas de funcionamiento y de diseño institucional”. “El principal drama es que está dirigido por representantes de los organismos que son objetivo de evaluación”, opinó. Agregó que si bien los equipos técnicos y los estudios del Ineed le “merecen confianza”, el problema “es cómo se interpretan los datos después”, ya que “hay una conducción política que tiende a minimizar la realidad que muestran esos estudios, disminuye la gravedad de los hechos y eso va generando rispideces con los directores ejecutivos, ya que por segunda vez un director renuncia y explicita que tiene que ver con que no puede desarrollar adecuadamente su función”.

Mieres mencionó un hecho que, a su entender, “marca un estilo de conducción que hace verosímil la sensación de que Palamidessi estaba incómodo”: contó que la Comisión Directiva del Ineed decidió, “con el voto en contra de [el representante de las instituciones educativas privadas, Pablo] Cayota, que iba a ir al Senado sólo la presidenta, con lo cual la opinión discorde, que cuestiona la forma de conducción, quedó afuera de la comparecencia”, y Cayota envió una nota a la comisión para explicar que “lamentablemente no le habían permitido ir”.

Para el senador, la dirección del Ineed debería estar integrada “por personas de gran trayectoria académica, seleccionadas con criterios técnicos”, y no por “delegados de la Universidad de la República, de la Administración Nacional de Educación Pública o del MEC, que después terminan representando a sus instituciones de origen”. Añadió que trabajará con sus asesores en educación para analizar la posibilidad de presentar un proyecto de ley que modifique esa integración.

A su vez, la Asociación de Funcionarios del Ineed difundió una carta abierta en la que asegura que la producción técnica del instituto “es rigurosa, confiable y estrictamente fiel a los datos y procesos de investigación”. De todos modos, advierte sobre situaciones que “ponen en riesgo la autonomía, desarrollo e independencia técnica necesarias para el pleno cumplimiento de los cometidos mandatados por ley, así como la calidad de sus procesos y productos futuros”. Coinciden con Palamidessi sobre el problema de diseño institucional y afirman, sobre las facultades del director ejecutivo, que “especialmente en el último año [...] se han visto recortadas, lo que hace cada vez más frágil el cargo y pone en riesgo el equilibrio técnico-político del Instituto”.