Ayer de noche, en la sede del Partido Colorado (PC), se presentó el grupo Solidaridad, encabezado por Washington Corallo, ex presidente de la Cámara de Industrias. El acto empezó con un discurso del coronel Jorge Gestido, nieto de Óscar Gestido, presidente de la República desde el 1º de marzo de 1967 hasta su fallecimiento el 6 de diciembre de ese año. Tras recorrer la biografía de su abuelo, Gestido señaló que “en el amigo Corallo y sus colaboradores” encontraron quienes los puedan dirigir y “unir más al PC”, y que “entre todos” lograrán “trabajo, educación, seguridad y respeto”, para “corregir” todo lo que “han destratado” el “seudoprogresismo moderno, las falsas izquierdas, los fracasados socialismos y los falsos populismos”.

Nelson Mosco señaló que eligieron el nombre Solidaridad porque expresa “lo que el PC ha sido para el país durante más de 100 años”. “Nos juntamos con algunos amigos con los que coincidimos, y es un puntapié inicial para ver realmente cuántas personas coinciden en esta idea. La idea de que para que Uruguay mejore se precisa solidaridad, trabajo y emprendimientos”, dijo Mosco. Agregó que nadie en el sector tiene “vocación por ser candidato” y que “la gente es la que tiene que resolver quién tiene que ser la persona que lleve adelante las cosas”. Por último, sostuvo que la elección de 2019 “no puede ser una oportunidad perdida, ni para el partido ni para el país”.

Luego tomó la palabra el abogado Leonardo Guzmán, ex director del diario El Día (de 1971 a 1977) y ex ministro de Educación y Cultura (durante el gobierno de Jorge Batlle). Dijo que el PC “no es una doctrina fija que alguien haya escrito de una vez y para siempre”, sino la agrupación natural de ciudadanos que tienen “preocupaciones inmediatas”, algunas de ellas “intransferibles”. Recordó que vivió “la guerra interna que precedió a la dictadura” y luego la “recuperación de la libertad”, seguida por “una caída de los valores públicos por la invasión de la enseñanza y la politización de los sindicatos”. En la actualidad, sostuvo, hay “problemas de conciencia que tenemos que reordenar y enfrentar con lucidez, y que nos obligan a salir de la comodidad de casa”. “Acá estamos, como los 33 Orientales, pero esto es la historia constante del Uruguay: nunca hubo movimientos que nacieran con miles de personas en el primer día”, subrayó Guzmán, en alusión a que no había más de 30 personas en la sala.

Después recordó a Gestido y a quien lo suplantó en la presidencia, Jorge Pacheco Areco, señalando que, más allá de “la radicalidad frente a la guerrilla criminal” que tuvo su gobierno, “un día no lejano habrá que reivindicar” algunas de sus medidas que mostraron “sensibilidad frente a las necesidades sociales”. El ex ministro sostuvo que en la actualidad “se fue apagando a la persona” y en su lugar se ubicaron, atribuyéndoles una superioridad “casi divina”, “mitos sociales” y conceptos como “la sociedad”, en cuyo nombre “se puede tomar cualquier medida y se pueden coartar incluso las libertades”. Por último, afirmó que apoya “la resurrección, una vez más, del doctor Julio María Sanguinetti”, pero que “no puede haber un partido multitudinario y libre con una sola voz”.

El acto lo cerró Corallo, destacando que el nuevo sector es un “palenque” para aquellos que sienten la carencia de “un lugar para recostarse”. Sostuvo que hoy “son más las empresas que cierran que las que abren” y que Uruguay “no es competitivo” porque se ha transformado “en un país caro”. Por eso, hay que “cambiar el paradigma” y “hacer crecer al PC” para que haya “un gobierno que escuche a la gente, a las cámaras y al interior del Uruguay, que es el que genera la riqueza que a veces, lamentablemente, se gasta en Montevideo”, finalizó.