Ayer, el presidente Tabaré Vázquez fue el protagonista del almuerzo empresarial organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM). El mandatario aprovechó la oportunidad para hacer un repaso de los compromisos asumidos en junio de 2014, cuando ganó en la interna del oficialismo, y un balance de este período de gobierno.

El presidente dijo que la inflación se ha mantenido sin “grandes sobresaltos” y que el crecimiento en Uruguay ha sido sostenido: el país registró “16 años de crecimiento ininterrumpido”. A pesar de algunos pronósticos, que anunciaban que el país entraría en recesión en diciembre, el mandatario adelantó que “seguramente” el país llegue a un crecimiento de entre 2% o 2,5% este año. “Uruguay no entró en recesión y no va a entrar en recesión”, aseveró Vázquez. A diferencia de los países vecinos, el mandatario recalcó que, entre 2015 y 2018, Uruguay tuvo un crecimiento acumulado de 7,4% y, contando al próximo año, se estima que se llegará a casi 11%. “Recuerden que en la región los vientos de cola soplan igual para todos los países”, acotó.

También se refirió a la promesa del cambio del ADN de la educación. El presidente dijo que como doctor quería hacer una breve mención sobre lo que implica a nivel biológico: “Cuando se impacta sobre el ADN, los resultados en general no son inmediatos, se ven de manera diferida”. Con esta aclaración, el presidente recordó que se había planteado lograr que el 100% de los estudiantes terminaran el ciclo básico, que el 100% de los jóvenes de 17 años se encuentren en el sistema educativo, y que la tasa de egreso de enseñanza media sea de 75%. Sobre el primer punto, destacó que en 2016 74,3% de los alumnos aprobaron los cursos y se logró reducir casi a cero el número de jóvenes que luego de terminar primaria no continúan estudiando. “Falta, pero estamos cerca”, agregó. También recordó que el porcentaje de personas de 17 años que se encuentra cursando secundaria o UTU aumentó 10,7% desde 2006 hasta 2017. Luego indicó que la tasa de egreso de enseñanza media aumentó de 64% en 2012 a 72% en 2017. “Estamos a punto de cumplir con la totalidad del compromiso asumido”, aseguró.

En relación a la seguridad pública, Vázquez reconoció que es un área en la que hay “problemas”, pero acotó que hay que ir “despacito por las piedras”, porque considera que se está avanzando. Afirmó que entre 2016 y 2017 se experimentó una “baja sostenida” de rapiñas producto del Programa de Alta Dedicación Operativa, y se visualizó que en algunos casos, como en la Ciudad Vieja, la baja de este delito fue superior a 60%. También dijo que desde que asumió el gobierno se “desarticularon más de 1.200 bocas de droga” y se instalaron más de 5.000 cámaras en todo el país. Finalmente, reivindicó los operativos organizados por la Policía nacional tanto en la capital como en el interior. “Con intervención no sólo de una Policía bien plantada, sino con las intendencias, UTE y OSE para recuperar zonas” que fueron saqueadas, manifestó. Todo esto “sin disparar un tiro”, remarcó.

El mandatario hizo referencia a un estudio de la University College of London que estableció que el aumento de las rapiñas se debe a la entrada en vigencia del Código del Proceso Penal (CPP). De todos modos, defendió su aplicación. “Para nosotros hubiera sido muy simple cruzarnos de brazos” y no avanzar en la aplicación de un nuevo código, esbozó, pero luego recordó que el país casi ingresa a la “lista negra” de la Justicia internacional por estar bajo la lupa de organismos internacionales y de derechos humanos.