“El Estado nos obliga a que tengamos todos nuestros dineros, todos nuestros ahorros en un banco. ¿Con qué propósito? Para que ellos puedan manejar nuestro dinero. Ellos, a cambio, nos van a dar la tarjeta –un cartón de plástico– para que hagamos todas las transacciones, desde la compra de un caramelo hasta la compra de un inmueble o auto”. Este es un fragmento de uno de los mensajes que circulan por Whatsapp para hacer campaña contra la ley de inclusión financiera. Su creadora, Vanessa Javier, es comerciante de Colonia. En su mueblería junta firmas y las remite al abogado Gustavo Salle, impulsor de una de las iniciativas de plebiscito contra la inclusión financiera. El otro plebiscito es promovido por centros comerciales del interior del país.

En el audio, en el que arremete contra la “esclavitud financiera”, Javier dice también que el gobierno pretende eliminar el dinero físico para 2020. “Que no exista más ni el billete ni la moneda, así como lo están escuchando, que no haya nada de dinero físico, sólo que haya una tarjeta de plástico y que con eso hagamos nuestras compras”, advierte la comerciante.

En realidad, el gobierno nunca se fijó una fecha para eliminar el efectivo. “Es un disparate, es imposible. No es un objetivo la eliminación del efectivo”, dijo a la diaria el asesor del Ministerio de Economía y Finanzas, Martín Vallcorba, consultado al respecto. Este medio le preguntó a Javier de dónde había sacado el dato de 2020. “Eso lo plantea el doctor [Gustavo] Salle, no me acuerdo en qué entrevista que le hicieron en radio Carve”, contestó la comerciante. Agregó que cree que también escuchó eso de boca de José Mujica cuando era presidente: “Eso en la tele yo lo vi”. Quizás la confusión surge porque los gobiernos de Corea del Sur e India mencionaron en algún momento su intención de eliminar el efectivo para 2020. “La economía va para ese lado en realidad, pero nosotros no estamos preparados”, dijo Javier, y agregó que las medidas de inclusión financiera “van a matar al comerciante chico”.

En el audio también se sostiene que “abrir una cuenta tiene un costo”. “Con cada transacción que nosotros realicemos, el Estado, el gobierno, el banco en general, nos va a cobrar”, sentencia la comerciante. Luego agrega que ese costo se produce “cuando hay mucho movimiento en la cuenta”.

En realidad, la única cuenta que la ley de inclusión financiera obliga a abrir es la de sueldos, que no tiene costos ni de apertura ni de mantenimiento, recordó Vallcorba. Además, los comercios no están obligados a tener POS ni cuenta bancaria.

Consultada al respecto, Javier insistió en que el pago con débito complica a los comercios porque reciben el dinero dos o tres días después, y no inmediatamente como sucede con el efectivo.

La comerciante destacó que, a raíz del audio que circuló, la empezó a llamar “gente de todo Uruguay”. “No pensé que iba a tener la repercusión que tuvo”, confesó. Lamentó que la campaña va “lento” porque no tiene mucha difusión en los medios de comunicación masivos y porque “la oposición tampoco ha ayudado”. “El interior es el que más se mueve”, aseguró.

Totalitarismo y esclavitud

Javier es una de los 308 voluntarios que en todo el país recolectan firmas para la campaña impulsada por Salle. En el sitio web de la campaña “No a la bancarización obligatoria” advierten que “el totalitarismo avanza en Uruguay”. “Cada día usted elige menos, cada día lo obligan más, y cada día va teniendo peor calidad de vida. Es hora de parar este totalitarismo y este autoritarismo”, sentencia el texto en la página de inicio. Agrega que la lucha es “por la libertad” y “por el futuro”, porque es la “sobrevivencia” lo que está en juego. Lamenta finalmente que el gobierno está “entregando al pueblo uruguayo a los bancos” y que Uruguay “está siendo campo de experimentación mundial”. “La ley de bancarización obligatoria, única en el mundo, además de someternos, de obligarnos a bancarizarnos, además de entregarnos por la fuerza a las entidades financieras y violar nuestros derechos y nuestras libertades, además de encarecer nuestras vidas porque tenemos un tercero inútil en medio de todas nuestras relaciones comerciales que gana dinero con cada movimiento que hacemos, además, nos conduce fascistamente al control total de cada uno de los uruguayos, violando también nuestro derecho sagrado a la privacidad. No podemos permitirlo”, concluye el sitio.

El otro grupo impulsor de la campaña, liderado por la Confederación Empresarial del Uruguay y la Cámara Regional de Comerciantes del Este, superó las 100.000 firmas, estimó Tomás Casas, presidente del Centro Comercial e Industrial de Lavalleja. Casas coincidió en que son “pocas” las personas que “trabajan muy duro” para llegar a las firmas necesarias y lamentó el escaso apoyo que han tenido hasta el momento de los partidos de la oposición.