El legislador del Partido Colorado Pedro Bordaberry fue nuevamente cartón ligador en la Cámara de Senadores. La semana pasada, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, lo trató de fracasado, y en la sesión de ayer, que discutió la censura al ministro, el ataque corrió por cuenta de la senadora de Asamblea Uruguay Daniela Payssé. La legisladora dijo que Bordaberry se presenta como “el Chapulín Colorado”, como “el defensor de la justicia”. No es la primera vez que al dirigente le endilgan ese calificativo. En 2011, el senador nacionalista Jorge Larrañaga ya había usado el término para cuestionar la recolección de firmas por la baja de la edad de imputabilidad.

Payssé dijo también ayer que Bordaberry “no sólo se crio con el enemigo, se crio con un terrorista de Estado”. A su turno, el senador colorado celebró que Payssé “se esté aliviando”. “La senadora necesita descargar todo eso que lleva adentro”, “le va a hacer bien a su salud mental”, comentó. “Agradezco los consejos, pero de mi salud me ocupo yo”, le respondió la legisladora frenteamplista.

Por lo demás, el debate sobre seguridad se dio en términos prácticamente idénticos a los de la interpelación. Payssé cuestionó que “80% de lo planteado” en sala fueron cuestiones ajenas a la seguridad y que “el latiguillo y la mentira siguen instalados”. Destacó que bandas de delincuentes argentinos, brasileños y mexicanos fueron desbaratadas en Uruguay y consideró que los problemas de seguridad en el país tienen que ver con nuevas modalidades delictivas.

Bordaberry aseguró que planteó la censura “con fundamento, no con cháchara”, y volvió a hacer hincapié en el incremento en los homicidios registrado en los últimos años.

El más categórico fue el senador del Partido Nacional Javier García. Sentenció que en Uruguay “están afectadas las libertades y las garantías individuales” y que rige “la pena de muerte”. También señaló que la violencia siguió aumentando pese al crecimiento económico, y a partir de esto concluyó que “es mentira decir que el delito está vinculado a la pobreza”.

La nacionalista Verónica Alonso contestó las acusaciones de “histrionismo” que el Frente Amplio (FA) hizo contra Bordaberry. “Hablan de histrionismo, pero acá el que se hizo el gracioso fue el ministro Bonomi, pero no tuvo la sensibilidad para darse cuenta de que este es el tema más importante para los uruguayos”, advirtió, y trató a los legisladores del FA de “guardaespaldas” del ministro. “Censuramos su gestión, sus explicaciones y su falta de respeto al ciudadano de a pie, su soberbia”, enumeró la legisladora.

Finalmente, se votó una moción firmada por blancos y colorados que proponía declarar “insatisfactorias” las respuestas de Bonomi y promover su censura debido a “las fracasadas políticas de seguridad pública”. Otra moción, del senador del Partido Independiente Pablo Mieres, impulsaba la misma acción pero sin calificativos. Y como se preveía, ninguna prosperó porque el Frente Amplio votó negativamente.