Dirigentes políticos blancos y colorados opinaron que la vicepresidenta Lucía Topolansky, debido al cargo que ocupa, no debió haber participado en el acto de convocatoria de un comité de defensa de la democracia en Brasil que se realizó el viernes en la sede del PIT-CNT, ni haber cuestionado en esa ocasión el encarcelamiento del ex presidente Lula da Silva.
En esa ocasión, Topolansky opinó que estamos ante un ataque a “la democracia en Brasil y en América Latina”, afirmó que grandes intereses “no toleran” la posibilidad de que Lula vuelva a ser presidente, y dijo que “como militante política” debía preguntarse si, en el caso de que el Partido de los Trabajadores gane las elecciones de octubre con otra candidatura, “le darán el gobierno”. También preguntó cómo hay que llamarle al hecho de que el fallo contra el pedido de hábeas corpus de Da Silva se haya producido luego de declaraciones amenazantes por parte de militares.
El senador nacionalista Luis Lacalle Pou manifestó en Rivera que cualquier dirigente político o hijo de vecino puede opinar sobre lo que pasa en Brasil, pero que “cuando se tiene una investidura que representa a todo el país” es preciso ser “muy cuidadoso”, porque quien ocupa la vicepresidencia de la República no sólo se representa a sí mismo o a su partido, sino “a toda la nación”, y “ya la hemos macaneado con otros gobiernos más de una vez”.
El colorado y también senador José Amorín comentó, en declaraciones a radio Montecarlo, que el PIT-CNT “se mueve solamente por motivos ideológicos”, en defensa de la izquierda, y que “no esperaba otra cosa” de Topolansky.