El Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) anunció un plan de urgencias para el centro puerta de entrada El Tribal. El lugar fue observado por la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) por múltiples deficiencias en lo edilicio, en el personal y por la prolongada permanencia de los adolescentes, que en algunos casos llega al año, cuando su estadía debería ser transitoria. El informe se basa en la visita del 6 de abril; señala que en ese momento había 51 adolescentes y sólo 25 camas, por lo que se tiraban colchones en el piso, tanto en el área de varones como en la de mujeres.
El INAU anunció ayer por medio de un comunicado la intervención del centro y “el alejamiento provisorio” de la dirección y de dos funcionarios. Se hará un control de plagas, se limpiará, se retirarán residuos del subsuelo, se arreglará la instalación eléctrica, se incorporarán camas y habrá un nuevo sanitario.
Joselo López, presidente del Sindicato Único de Trabajadores del INAU, dijo a la diaria que hace siete años que vienen denunciando la precariedad del centro, pero el INAU “sólo ha hecho parches”. Aseguró que el edificio actual, ubicado en Cerro Largo y Fernández Crespo, no es adecuado, ya que fue construido para alojar oficinas. Dijo que, además de camas, los adolescentes carecían de elementos básicos, como vasos y cubiertos. Otro problema que señaló es que el lugar recibe tanto a jóvenes de Montevideo como de Canelones y que, si bien el gremio había decidido no recibir más a los adolescentes de este último departamento para paliar la sobrepoblación, ante la solicitud de las autoridades decidieron posponer la medida. Dijo, además, que no recibirán más a los adolescentes que provengan del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente para la posterior reinserción en sus hogares.
La INDDHH había recomendado trasladar el centro a una casa que “brinde condiciones dignas para los y las adolescentes” y para los funcionarios; y, en el caso de que no se hiciera en el corto plazo, mejorar las condiciones de los baños, limpiar el lugar, desratizar el suelo y evaluar las salidas de los adolescentes, ya que se constató que el centro funciona como un lugar de privación de la libertad. El informe de la INDDHH señaló que los adolescentes enfatizaron su situación de encierro: las adolescentes denunciaron que, frente a crisis emocionales, los educadores las amenazaban con trasladarlos a un centro de atención psiquiátrica o al Vilardebó.
Marisa Lindner, presidenta del INAU, aseguró que en el hogar ya se separó la población mayor de la más pequeña –ahora hay alojadas personas de entre 13 y 18 años– e informó que ingresaron 17 nuevos funcionarios en diciembre. “Frente a la situación alertada, tomamos medidas de excepción” para acelerar “los procesos de gestión”, dijo. También anunció que esta semana la INDDHH dará a conocer otro informe sobre el hogar infantil de Maldonado. “Venimos con un proceso bien importante de mejoras edilicias, pero todavía quedan casas en Montevideo y en el resto del país cuyos planes de obra requieren presupuesto”, dijo a Subrayado.