El anuncio del gobierno de que no aumentará el déficit fiscal en la próxima Rendición de Cuentas dejó diferentes sabores en el oficialismo. Mientras que algunos sectores del Frente Amplio (FA) celbran que no se abandone el objetivo de reducir el déficit a 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), otros piensan que, en los hechos, esta noticia echa por tierra otra de las promesas electorales del FA: que la inversión en educación alcance 6% del PIB.

El mensaje lo dio el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, el viernes en una conferencia de prensa posterior a una reunión del Consejo de Ministros. Cuando fue consultado acerca de si habría o no aumento del gasto, el jerarca contestó que “ese no es el análisis”, sino que se trata de una Rendición de Cuentas “que va a invertir en las áreas que tiene como prioridad el Estado, aunque es cierto que no se puede aumentar el déficit fiscal. Entre esas dos cosas hay mucho trabajo por hacer, que incide en el cumplimiento de las metas a las que no se ha renunciado”. De hecho, Roballo indicó que no habrá renuncias a los compromisos programáticos asumidos. Según dijo, las prioridades serán las mismas que se han mantenido desde la Ley de Presupuesto 2016-2020, especialmente la educación y la seguridad. Roballo también aseguró que no se crearán nuevos impuestos ni se aumentarán los actuales. El jueves y el viernes, el Ejecutivo les presentará los lineamientos generales de la Rendición de Cuentas a la bancada oficialista, al PIT-CNT y a las cámaras empresariales.

El diputado Alfredo Asti, de Asamblea Uruguay, dijo que el no aumento del déficit es un paso más hacia el objetivo fiscal del gobierno. “Si ahora no se toman las medidas, no se va a llegar, porque otra oportunidad no va a haber”, sostuvo. En 2017, el déficit se ubicó en 3,5% del PIB, y aunque para alcanzar el objetivo planteado debería reducirse un punto porcentual más en los próximos tres años, en opinión de Asti “se puede llegar”. Eso “va a depender mucho del crecimiento del país y, como no va a haber aumentos de impuestos, del aumento de la recaudación por el aumento de la actividad”, comentó. Respecto del 6% del PIB para la educación, Asti puntualizó que el programa del FA decía “tender” a esa cifra, y alegó: “Si llegamos a 5% del PIB, estamos yendo hacia el 6%”.

En cambio, el diputado comunista Gerardo Núñez dijo que espera que en esta Rendición de Cuentas haya “una expresión en los aspectos normativos y numéricos a los que se comprometió el FA”, que en numerosos casos “implican una mayor dotación de recursos y, por tanto, un aumento del gasto”. Núñez sostuvo que el Partido Comunista del Uruguay (PCU) hizo varias propuestas tributarias para financiar este gasto, y que si estas no se aplican “va a haber que abocarse a aumentar el gasto a cuenta del déficit, pero en un aspecto de equilibrio”. “Tener el déficit controlado para nosotros es un objetivo, aunque hay veces que los decimales que se manejan no desequilibran los aspectos presupuestales, pero sí serían una solución a los objetivos programáticos que estamos manejando”. El diputado suplente del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) Carlos Coitiño se quejó de que no hubo una discusión previa en el FA. “La idea de producir un proyecto con cierta base de acuerdo queda en el aire”, sostuvo. El PCU, el PVP, el Movimiento Alternativa Socialista, la lista 5005 y el ex vicecanciller Roberto Conde produjeron en abril un documento que sostenía que “el futuro del Uruguay” no se jugaba “en un 0,5% de déficit fiscal”.