“Quizás algún día, cuando pasó por La Macana, Artigas soñó con todo el pueblo junto aquí. Y aquí estuvimos”, dijo, palabras más, palabras menos, el presidente Tabaré Vázquez al final del Consejo de Ministros abierto que tuvo lugar ayer en la escuela rural 27 de Florida. Fue en el interior de la carpa montada en el patio del centro educativo, cuyo edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional el mes pasado. Aunque un tanto surrealista, la escena imaginada por Vázquez no desentonó por extraña en el indescriptible ambiente que se suele generar en los consejos abiertos, al que ayer se sumó un cercano y exaltado acto de Un Solo Uruguay (USU).

“Me congratulo por la situación que vive nuestro país en cuanto a la libertad de expresión que tienen nuestros ciudadanos”, comentó el presidente a periodistas antes de iniciar la sesión. “Hay un ámbito de discusión y análisis, y se ha dado una cantidad importante de respuestas. Por ejemplo, a los productores pequeños y medianos se les ha rebajado el gasoil, se les ha rebajado la energía eléctrica y la contribución inmobiliaria rural; se han comprado alimentos a los ganaderos porque los campos estaban afectados por la sequía; se han refinanciado deudas y se han dado períodos de gracia. Se ha dado una cantidad importante de soluciones”, aseveró.

En esa rueda de prensa previa, Vázquez aseguró que él no le dijo al periodista Sergio Israel que hubiera recibido el país peor después de la presidencia de José Mujica que luego de la de Jorge Batlle, pero tampoco negó que esa haya sido la realidad. También remarcó que el Ejército tiene una función establecida por la Constitución –cuidar la soberanía del país y la integridad territorial– y que la seguridad interna está a cargo del Ministerio del Interior.

Ya en sesión, y luego de aplaudir a dos niños bailarines de tango, aseguró que cuando el Consejo de Ministros sesionó en Florida el año pasado se asumieron 74 compromisos y que en más de 80% de los casos “se cumplió, o se está en etapa de ejecución o estudio”. Subrayó la experiencia de un centro diurno para adultos mayores en la capital del departamento, y la de un centro de primera infancia gestionado por la Asociación de Funcionarios de Comef. También pusieron el foco en los cuidados algunas intervenciones de asistentes, como la de una madre con hijos en situación de dependencia severa, o la del alcalde de Sarandí Grande, Cayetano Stopingi, que reclamó apoyo a Capacidades Diferentes Sarandí Grande (Cadisar).

Hubo, como de costumbre, anuncios ministeriales. Carolina Cosse (Industria, Energía y Minería) adelantó que UTE hará descuentos a las empresas que incrementen sus exportaciones; Víctor Rossi (Transporte y Obras Públicas) afirmó que antes del verano estará terminado el mejoramiento de infraestructura del puerto de Piriápolis. A la salida, Vázquez se topó con una movilización de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, que aspira a un aumento salarial de 7%. Se bajó de su auto, saludó a algunos manifestantes y se dejó tomar fotos con vecinos.

A las brasas

A menos de 200 metros de donde estaba montada la carpa, y de espaldas a ella, USU hizo su acto paralelo, inundado de aroma a fritura. Unas 2.000 personas, la mayoría con banderas uruguayas, vitorearon y aplaudieron los discursos que provenían de la zorra de camión usada como estrado. Una grúa sirvió de mástil para una bandera gigante y como pluma para tomar las imágenes aéreas, ya que estaba prohibida la utilización de drones (de todos modos, al menos uno sobrevoló el lugar). Con referencias a “la tradición”, “el respeto”, “la familia”, “los valores”, “la propiedad”, “la cultura del trabajo” y “la gente de bien”, lo encendido de los discursos superó al acto de enero en Durazno. Hubo tres oradores cuyos discursos fueron in crescendo. Diego Machín, de la mesa departamental de USU, resumió los planteamientos del grupo: “No se puede continuar trabajando con combustibles carísimos, tarifas descomunales y una carga tributaria que hace inviable cualquier actividad productiva”; “a la hora de recibir los frutos, nada queda para el que invierte, el que produce, el que emplea, el que tributa y arriesga”; USU “no es un movimiento contra ningún gobierno”, sino que propone “soluciones para salir adelante juntos. ¡Exigimos un cambio en las políticas económicas ya!”.

“Siguen sin respuestas” las propuestas de bajar el precio de los combustibles y reducir “los gastos superfluos”, dijo Machín; “esperamos que la próxima Rendición de Cuentas tenga incremento cero. El déficit fiscal hay que controlarlo a toda costa”. “En nuestra proclama está bien clarito el mantener las políticas sociales. Lo que sí exigimos es mayor eficiencia en el uso de administración de los recursos”, sostuvo.

Guillermo Franchi le pidió “al gobierno y al resto de la clase política que salgan de su burbuja, que salgan de Montevideo, que recorran; que no armen circos donde está todo pronto con la gente que ellos mismos traen”. El discurso de Juan Brea Saravia fue el clímax para el público embanderado. Por momentos gritando, admitió que lo que estaba haciendo era “meter fuego a las brasas”. “Vemos en los informativos que en el gobierno hay peleas, discusiones, enfrentamientos”, pero luego “nos hacen pensar que estamos en un casamiento o un cumpleaños de 15, levantando las manitos, manito con manito, todos juntos, [para] defender a ministros que en otras partes del mundo ya hubieran caído por su gestión”. Mientras tanto, el Estado “viene avasallando nuestros derechos y estamos sintiendo la invasión de las libertades en la educación”, “absolutamente invadida por ideología”, sostuvo. “A nuestros hijos en las escuelas les mandan manuales para que los eduquen en sexología o en diferentes cosas en las que ni ellos mismos están de acuerdo”, añadió.

“Los uruguayos no queremos más tarifazos; no queremos más ajustes fiscales; no queremos más recaudación. Lo que le estamos pidiendo al sistema político es gestión, que se les caigan las ideas para gestionar con los recursos que tienen”, exclamó Brea. “¿Por qué a las multinacionales cuando vienen de afuera les dicen a todo que sí y a nosotros, los uruguayos que trabajamos día a día, nos dicen que no? Nos exigen y nos ordeñan. No queremos más eso: no somos bobos”.

Y así siguió: “Son los delincuentes los que parece que mandaran en este país. Muchos de ustedes, a través de diferentes medios, me pedían: ‘Decí que nos están matando como perros’. Yo voy a decir que no, que hasta los animales en este país tienen más derecho que la gente de bien”. A la media hora de discurso, dijo que “es muy fácil tirar fuego a las brasas y avivar, como estoy haciendo yo acá”, pero que USU “ha sido serio, responsable, y cada vez que pusimos un tema arriba de la mesa fue avalado por propuestas serias”.

De faena

Tras el Consejo de Ministros, Tabaré Vázquez encabezó uno de los actos más importantes del último lustro para Florida: la reiteradamente anunciada reinauguración del frigorífico local, de actividad intermitente en las últimas tres décadas, que estaba cerrado desde julio de 2010, según recordó el intendente Carlos Enciso. El grupo chino He Zhong, dirigido por Wang Lu, y el venezolano César Zambrano son los titulares de Clademar, que en 2014 fue adquirida por intermedio de Vielsul –con sede en Panama y actividad en otros países del continente, pero no en ese, según su sitio web–.

He Zhong, explicó Lu, se dedica a los negocios y servicios agropecuarios, así como a la comercialización de nuevas tecnologías en comunicaciones. Tiene oficinas en Estados Unidos, Tailandia y Filipinas. Este proyecto es “el punto de partida para las actividades del grupo en América del Sur” e inicialmente ocupará a unas 90 personas, pero aspira a emplear a más de 200, con una faena diaria de 300 reses para exportar a China, la Unión Europea y Estados Unidos, afirmó.