El miércoles pasado, el senador Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional (AN), lanzó la campaña “Firmamos por más seguridad. Vivir sin miedo”, con el objetivo de recolectar firmas para llevar adelante una reforma constitucional. Ayer, el diputado de AN Pablo Abdala dijo a la diaria que, si bien fue presentada el miércoles, la campaña empezó el fin de semana pasado. El representante fue ayer a la Feria de Tristán Narvaja y, en tres horas y media, su equipo juntó entre 200 y 300 firmas. “Sale como pan caliente”, aseguró. Dijo que se acercaron al puesto varias personas que se identificaron como votantes del Frente Amplio (FA), pero que, de todas maneras, dijeron estar de acuerdo con la propuesta. Sostuvo que lo que pasó en la feria “confirma en los hechos la angustia de la gente y el grado de adhesión a la propuesta”. Sin embargo, admitió que también hubo ciudadanos que se negaron a firmar. Aun así, consideró que la experiencia fue “gratificante”.

Las cuatro propuestas de la reforma implican el levantamiento de la prohibición de realizar allanamientos nocturnos, el cumplimiento completo de las penas en los delitos graves, la prisión perpetua revisable en los casos de delitos gravísimos y la creación de una Guardia Nacional conformada por militares. El texto dice que el Parlamento “podrá” aprobar las leyes con el contenido de esas cuatro propuestas, pero mediante sendas disposiciones transitorias establece que, mientras eso no ocurra, entrarán en vigencia. Abdala sostuvo que las disposiciones transitorias “tienen cierta naturaleza legislativa”, porque “el cuerpo electoral se avoca la potestad del legislador. Legisla directamente el constituyente”. Hacerlo de esta manera tuvo como propósito evitar “la crítica” de hacer “demasiado rígida” la Constitución.

Los integrantes de AN aspiran a que las firmas no sean sólo de sus partidarios, sino también que dirigentes y votantes de otros partidos y sectores se unan. No obstante, el sábado, el senador Luis Lacalle Pou, en una recorrida por Artigas y Soriano, anunció que no va a firmar. Dijo que lo que hay que cambiar no es la Constitución, sino al gobierno, que no aplica correctamente las políticas de seguridad. Sin embargo, ese mismo día, de tarde, el intendente de Florida, Carlos Enciso, del sector Todos, estampó su rúbrica en una de las papeletas.

Edgardo Novick, del Partido de la Gente, dijo que tampoco firmará, pero se mostró favorable a que los militares ayuden en casos específicos, como cuando hay emergencias climáticas o en departamentos con altos niveles de inseguridad. Abdala puntualizó que la opinión de Novick “no es incompatible” con lo que propone AN. “Nosotros no estamos proponiendo la militarización de la Policía, proponemos crear un nuevo organismo que se va a sumar a las demás unidades de la Policía”. El ex intendente de Tacuarembó Wilson Ezquerra también adhirió a la reforma.

El sábado, en el Primer Encuentro Nacional Pro Iniciativa de Reforma Constitucional, se repartieron 200.000 papeletas –lo que equivale a 600.000 firmas– a impulsores de la reforma de todo el país. En el local de Casa de Asturias, en Montevideo, Larrañaga dijo que las medidas se podrán aplicar “en poco más de un año [tras la aprobación del plebiscito]”, pero esto dependerá de que lleguen a las 269.000 firmas (10% del padrón electoral) antes de fines de abril de 2019, y, después, de que se apruebe el plebiscito, que se votará con la elección nacional. Larrañaga dijo que es “lo más inmediato” que se puede hacer porque “las mayorías del Frente y el propio gobierno están inmovilizados por la ideología”. Auguró que el gobierno no aplicará ninguna medida nueva que permita enfrentar con éxito a la delincuencia y descartó que el próximo gobierno lo pueda hacer. “No va a haber ningún partido que salga con mayorías parlamentarias, por lo que va a haber un trancazo en el sistema político”. El líder de AN criticó al presidente de la República, Tabaré Vázquez, quien anunció, el martes, la creación de un organismo central en la órbita de Presidencia para coordinar las políticas en materia de seguridad pública. Larrañaga dijo que es “insólito” que el presidente les tenga que decir a sus ministros que coordinen y calificó la iniciativa de “cortina de humo”.