Un consorcio chino, una empresa constructora española y un grupo empresarial liderado por la uruguaya Saceem fueron los tres oferentes en la licitación del proyecto “Ferrocarril Central”, para la reconstrucción de 273 kilómetros de vías férreas entre Montevideo y Paso de los Toros, por donde se trasladaría la producción de la segunda pastera de UPM. Tras la apertura de las ofertas, ayer en la sede del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), el ministro Víctor Rossi se mostró satisfecho por la cantidad de empresas que se presentaron y cuestionó la información que apareció en medios de prensa los días anteriores, que apuntaba al fracaso del llamado. “Afortunadamente no hubo tal fracaso”, comentó, y agregó: “Si este proyecto se abre camino, le va a ir bien a Uruguay y a todos los uruguayos, y si fracasa, los perjuicios serán para todos los uruguayos también”.
Se habían comprado diez pliegos para la licitación, pero finalmente concretaron la oferta tres grupos empresariales. Rossi consideró que se trata de un número “adecuado” teniendo en cuenta que es una propuesta “exigente”. El ministro anunció que a partir de hoy se empezará a estudiar las ofertas y en un mes el gobierno podría estar en condiciones de tomar una definición, aunque el proceso no concluye en esa instancia. “En 30 días podremos tener las ofertas estudiadas, pero la adjudicación es un proceso que no sólo se basa en la selección de las ofertas sino también en el cumplimiento de todos los requisitos en base a los parámetros establecidos en el pliego. Trabajaremos para descubrir cuál es la oferta que mejor le conviene al país. Igualmente, el Estado dispone de alternativas para llevarlo a cabo si las tres empresas no cumplen los requisitos”, aseguró el jerarca.
Además, enfatizó que no se trata de “un ferrocarril para UPM”. “Siempre pensamos que es el ferrocarril que el Uruguay necesita, de nuevo tipo, para transportar madera, piedras, granos y recuperar otras cargas que se fueron perdiendo”, manifestó Rossi.
El ministro indicó que el proyecto tiene como base la reconstrucción del trazado original de las vías pero con “cambios lógicos” como la atenuación de curvas, teniendo en cuenta la velocidad de los trenes que circularán por ellas, de aproximadamente 100 kilómetros por hora.
Una vez definida la empresa adjudicataria, las obras deberán culminar en un plazo de un año y medio.
Por otra parte, ya comenzó el proceso de diálogo con los propietarios de los aproximadamente 230 predios por los que pasarán las vías. La intención del gobierno es lograr un acuerdo con los propietarios –ya lo ha hecho con la mayoría–, pero en caso de no hacerlo, se procederá a expropiar y a pagar una indemnización en base a precios de mercado.
Las ofertas
El consorcio chino CMEC-SDHS fue uno de los grupos empresariales que se presentó a la licitación. CMEC es una empresa de construcción y de ingeniería que forma parte de Sinomach, la empresa pública china de maquinaria industrial. Está especializada en la construcción de plantas de energía eléctrica y opera sobre todo en Turquía, aunque en 2010 firmó un acuerdo con el gobierno argentino para rehabilitar líneas férreas en el norte y centro del país. En tanto, SDHS es un grupo empresarial de capitales públicos encargado de la construcción, operación y mantenimiento de vías férreas y puertos. Opera en 22 provincias chinas y en 106 países de todo el mundo.
El segundo oferente es la empresa de capitales españoles Acciona, especializada en energías renovables, que ya tiene negocios de energía eólica en Uruguay. La empresa también lleva adelante proyectos de infraestructura, que incluyen la construcción de rutas, muelles y plantas potabilizadoras. Hoy Acciona tiene 20 proyectos en 12 países de América Latina, fundamentalmente en el sector de agua.
Finalmente, el tercer oferente es un consorcio liderado por la empresa constructora uruguaya Saceem, que, entre otras obras, estuvo a cargo de la construcción del puente sobre la laguna Garzón, el estadio de Peñarol y el World Trade Center. Para presentarse a esta licitación se unió a la empresa de ingeniería uruguaya Berkes y a capitales españoles y franceses; entre ellos está la española Sacyr, empresa constructora de infraestructuras, con proyectos en Chile y alianzas anteriores con Saceem en Uruguay.