La discusión del sábado en el Plenario Nacional del Frente Amplio (FA), reunido para evaluar la conveniencia de ratificar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, tuvo una correlación de fuerzas distinta a la del plenario anterior. El cambio no se explica por la posición de los sectores mayoritarios; el Movimiento de Participación Popular (MPP), el Frente Liber Seregni, el Partido Socialista y la Vertiente Artiguista mantuvieron la postura favorable a la ratificación del TLC que habían tenido en el plenario anterior, mientras que el Partido Comunista, la lista 711 y Casa Grande, así como la Liga Federal y el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), se inclinaron por el rechazo. El Frente Izquierda de Liberación, que se había abstenido, finalmente votó a favor.

El cambio en la votación se explica fundamentalmente por los cambios de posición que hubo en algunas coordinadoras de base de Montevideo y en las departamentales del interior. Algunos oradores de las bases argumentaron que en los últimos días contaron con más elementos para la discusión y por eso resolvieron inclinarse a favor del TLC. Uno de los elementos nuevos que estuvieron sobre la mesa fue el estudio de impacto elaborado por el Poder Ejecutivo, que concluye que el TLC tendrá un efecto “muy moderado” y que permitirá incrementar las exportaciones de bienes en 15 millones de dólares anuales debido a la facilitación de los trámites aduaneros. Los sectores críticos al TLC cuestionaron duramente este informe en el plenario. Gustavo Buquet, de Casa Grande, y Carlos Coitiño, del PVP, afirmaron que sus conclusiones no están respaldadas empíricamente. Buquet cuestionó que no se lleve a cabo una evaluación estadística de los impactos en materia de comercio de servicios, que constituye el “corazón del acuerdo”.

La resolución aprobada finalmente por el plenario, por 86 votos a 65, transmite a la bancada parlamentaria del FA la decisión de la coalición de izquierda de apoyar la ratificación del tratado. Al mismo tiempo, en un punto que se votó por unanimidad, encomienda a la Agrupación Nacional de Gobierno (ANG) “el seguimiento de la evolución e implementación de los acuerdos, buscando procesar previa y adecuadamente los mismos en clave frenteamplista”.

El otro tema que estaba en discusión el sábado fue la conveniencia de ratificar el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, que también está a estudio del Parlamento. La senadora socialista Mónica Xavier argumentó a favor, pero luego dos representantes de las bases explicaron que no habían tenido tiempo de discutirlo, y finalmente se acordó que la ANG fije una posición o, en su defecto, traslade la decisión a la bancada parlamentaria.

El presidente del FA, Javier Miranda, destacó en una conferencia de prensa que el FA discute “como ninguna fuerza política en el país”, en un “ejercicio de democracia sano”. Su comentario respondió a las críticas de la oposición, que cuestionaron la legitimidad del Plenario del FA para resolver este tema.

El camino es la recompensa

Tanto los dirigentes frenteamplistas favorables al TLC como quienes se oponen al acuerdo destacaron el proceso de discusión y de intercambio de información que culminó con la decisión del Plenario. “Valoro como sumamente positivo todo el proceso de discusión. No compartimos el TLC con Chile y tampoco pensamos que sea lo mejor para Uruguay; sin embargo, discutimos diferencias en un clima absolutamente unitario. Los temas que nos unen son muchos más que los que nos dividen”, dijo Buquet.

El senador socialista Yerú Pardiñas resaltó que el clima de debate “fue bueno, con fraternidad y respeto”, y señaló como un elemento positivo que los representantes de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del FA hayan recorrido los organismos de base en todo el país para llevar información y discutir posiciones.

La diputada del MPP Lilián Galán argumentó que para su sector, el respaldo al TLC “era un apoyo al gobierno, porque en este momento no podemos dejarlo solo”. “Se hizo una valoración política de la situación que está viviendo Uruguay, con una derecha que está ya en campaña electoral, que está envalentonada y que está cercando al gobierno por varias puntas –con lo social, con los autoconvocados, con el tema de la seguridad– y con una región muy complicada. Esto el gobierno ya lo había firmado, no es un tratado que nos comprometa fuertemente en el sentido de que Chile ya es un país asociado al Mercosur, ya tenemos afinado el comercio con Chile, se sacaron las telecomunicaciones, y los problemas de asimetría no son tan importantes”, señaló.

La decisión del Plenario implicó un alivio para el gobierno. “Importante definición, porque permite avanzar en la imprescindible inserción internacional de nuestro país; pero también por el respaldo que implica al gobierno. ¡Vamos!”, escribió el subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, en su cuenta de Twitter. En la misma red social, el diputado de Asamblea Uruguay Alfredo Asti había escrito horas antes de que se tomara la decisión: “Quienes apoyamos decididamente estos tratados lo hacemos por razones generales de inserción internacional, por razones de conveniencia de estos tratados y por razones de apoyo a nuestro gobierno”. También en Twitter, una vez que concluyó el plenario, el diputado del PVP Luis Puig destacó que la decisión es “democrática y valedera para todos los frenteamplistas”. “No la cuestionamos, o sea que en esta resolución no ‘se secuestró la democracia’. En la anterior tampoco”, escribió, en referencia a las declaraciones del canciller Rodolfo Nin Novoa, que había cuestionado con esos términos la decisión de la sesión anterior del Plenario.

Orientaciones para la negociación

En la sesión anterior del Plenario se había aprobado un documento de orientaciones generales para las negociaciones comerciales, que, entre otras disposiciones, establece que no deberá negociarse sobre la base de listas negativas. Pero no hay consenso en la coalición de izquierda sobre los alcances de esas disposiciones. Galán consideró que ese documento deja en claro que para el país no es conveniente una integración como la de los países de la Alianza del Pacífico. “Una de las preocupaciones que teníamos era que esto [el TLC con Chile] nos llevara a la Alianza del Pacífico, y con eso sí nosotros no estábamos de acuerdo. Como ya se aprobó el documento [de orientaciones generales], en adelante ese es el documento que guía la inserción internacional de Uruguay”, aseguró la diputada. En ese texto se incluye “una definición política bien clara de qué tratados no vamos a aprobar: la Alianza del Pacífico, que tiene una visión muy neoliberal de la inserción internacional, con gobiernos de derecha, pero también el tratado Unión Europea-Mercosur, en el que existen cláusulas trinquete, no hay transparencia, y hay una asimetría muy grande”, advirtió la legisladora del MPP. En la misma línea, Buquet destacó que el documento “deja bastante claro que para el país no es bueno negociar los formatos con los que se negoció el TLC con Chile”.

Pardiñas, en cambio, sostuvo que el documento sólo marca la posición del FA, y que el gobierno “tiene línea abierta de definición y de trabajo”. “En el documento se aprobaron pautas que el FA determina como significativas y que, lógicamente, el gobierno, a la hora de tomar partido, podrá considerar o no”, opinó. “Incluso en el debate se volvió a ratificar que muchas veces estas negociaciones no son llevadas adelante solamente por las pretensiones de nuestra parte, y hay procesos que son mucho más complejos que un tratado bilateral con Chile. El documento de orientaciones generales tiene elementos que se podrán tener en consideración, pero, de última, es el gobierno el que define si trabaja sobre listas negativas o positivas en una negociación”, afirmó el senador socialista.